miércoles, 16 de noviembre de 2016

noviembre 16, 2016
Pedro Echeverría V. / 16-XI-16

1. En todo el mundo se habla muy mal de México; primero por la profunda inseguridad que vive la nación, misma que se concretiza en cientos de miles de muertos y desaparecidos; en segundo lugar porque el país lleva 34 años sin crecer, o con un PIB que apenas iguala el crecimiento de la población.   La población posee tanto miedo y desconfianza que se piensa que probablemente nunca recuperará México el buen prestigio que perdió desde que en 1982 con la imposición del liberalismo privatizador cuando comenzó a derrumbarse de manera estrepitosa. Por ello las 41 madres centroamericanas que exigen justicia nos dicen en su manta: “Buscamos vida en caminos de muerte” que nuestros hijos recorren en busca del sueño americano.


2. Son alrededor de tres mil kilómetros de aventura los que tienen que recorrer los seres humanos de todas las edades. En su camino, en la ruta del tren carguero “La Bestia”, ha estado abierto el albergue al servicio de los migrantes atendido cariñosamente por el sacerdote católico Alejandro Solalinde, de los muy pocos en el país que entregan todo por ellos. Contrario a ellos gobiernos de Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña que han buscado frenarlos, prohibirlos, castigarlos, para evitar que le causen problemas a los EEUU. ¿Quién puede olvidar a las centenares de mujeres veracruzanas –esas sí unas “santas”- que en cada paso del tren, buscan entregarles (o arrojarles, por la velocidad del tren) comidas, panes, frutas) a los hambrientos y necesitados migrantes?

3. Las madres, como resultado de 11 caravanas han encontrado a 265 migrantes luchando para sobrevivir. Por ello las madres señalan: “No solo venimos a buscar desaparecidos, también a denunciar actos de injustica y a exigir al gobierno mexicano la reparación del daño porque este país (México) tiene una enorme deuda con los migrantes que no reconoce a pesar de los nuevos instrumentos creados para atender el problema”. En tanto los gobiernos de México, convertidos en cachorros del imperio, se lanzan a morder y asesinar a todos los que tengan la osadía de cruzar la frontera de los EEUU. ¿Por qué nosotros los mexicanos –con excepción del cura Solalinde de Oaxaca- no salimos a la calle a defender a los migrantes? ¡Pronto se acabará lo cobardía! (16/XI/16)

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