martes, 8 de noviembre de 2016

noviembre 08, 2016
TALLAHASSEE, Florida, 8 de noviembre de 2016.- Todo gira en torno a la Florida. Otra vez. Dieciséis años después del caótico recuento de votos que decidió la presidencia, el electorado de la Florida puede resultar nuevamente clave.

Los analistas especulan que si no gana la Florida, uno de un puñado de estados indecisos que marcarán la diferencia, el republicano Donald Trump no tendrá esperanzas de llegar a la Casa Blanca y tanto él como la demócrata Hillary Clinton han visitado varias veces este estado en las últimas semanas, en un reflejo de la importancia que le dan.

"Florida puede decidir quién es nuestro próximo presidente, algo que afectará a la nación y al mundo", expresó Clinton la semana pasada durante una presentación en Pasco County, al norte de Tampa.

Y Trump también dejó en claro lo mucho que hay en juego: "El de la Florida es un voto enorme, enorme".

El electorado de la Florida está acudiendo a las urnas en forma masiva. La mitad de los empadronados votaron por adelantado, ya sea por correo o en persona.

Mary Osier es una de las personas que votaron por adelantado. Osier, de 63 años, se vino de Georgia y se radicó en Saint Petersburg el mes pasado y votó por Clinton. Expresa cierto desasosiego.

En este gráfico de The Guardian, se ve cómo en este momento Trump aventaja en Florida (color rosado).

"Hay mucha gente indecisa", señaló la mujer, quien dijo que asistió a un acto en el que estuvieron el vicepresidente Joe Biden y el cantante Jimmy Buffet.

Hacia el norte, en Gainesville, Alston McLeod, de 71 años, votó temprano el martes. Es un policía jubilado y no quiso decir por quién había votado.

"La gente viene y empieza a exigir cosas. No son ciudadanos", se quejó McLeod. "A la gente que hace las cosas bien, la tratan mal. Estoy cansado de eso".

Con sus 29 votos electorales, Florida bien puede inclinar la balanza en el Colegio Electoral. Como lo hizo en el 2000, en que George W. Bush superó a Al Gore por 537 votos en este estado y se llevó la presidencia. La contienda fue tan reñida que fue necesario un puntilloso recuento de votos que tomó varias semanas.

El republicano Bush ganó el estado de nuevo cuatro años después, pero el demócrata Barack Obama triunfó en las dos últimas elecciones. Por ello la campaña de Clinton organizó tres presentaciones de Obama en este estado para movilizar el voto.

Florida es un estado indeciso debido en parte al crecimiento continuo de su población y su gran diversidad. El tercer estado más grande del país tiene comunidades de militares, sectores conservadores y una ciudad cosmopolita como Miami, que es el principal enlace de Estados Unidos con América Latina y el Caribe.

A medida que aumenta la población, también aumenta la cantidad de votantes empadronados. Desde la última elección, se empadronaron 929.327 personas, según datos oficiales difundidos el mes pasado.

El 39% de esos votantes nuevos son hispanos, una comunidad que generalmente tiene escasa participación en las elecciones. Los hispanos constituyen casi una cuarta parte de la población de la Florida, que es de 20 millones de personas, pero hasta el 18 de octubre solo un 16% se habían votar.

Los hispanos pueden ser determinantes. Daniel Smith, profesor de la Universidad de la Florida, hizo un análisis de los datos disponibles e indicó que el porcentaje de hispanos que participan en los comicios este año es mucho más alto que el del 2012. Dijo que un 11% -unas 522.000 personas- de los que votaron anticipadamente hace cuatro años fueron hispanos. Y que este año ya votaron casi un millón de hispanos. (AP)