miércoles, 13 de mayo de 2015

mayo 13, 2015
HONG KONG, China, 13 de mayo de 2015.- Un jabalí que se desvió de su refugio rural mantuvo en vilo durante cuatro horas a la policía en un centro comercial de Hong Kong en la noche del domingo al lunes, informaron los medios locales.

El jabalí, de cerca de un metro de longitud, fue visto por los transeúntes por primera vez en torno a las 18:30 (11:30 GMT) del domingo en un centro comercial del distrito de Wan Chai, en el este de la isla de Hong Kong.

El porcino salvaje entró en una tienda de ropa infantil del centro comercial, donde quedó atrapado en un falso techo del escaparate del comercio, para sorpresa de la gente.

El jabalí de 25 kg atrapado en el falso techo. (AP/SIPA )

Poco después, el suelo cedió, momento que el animal aprovechó para morder a un maniquí y acceder a uno de los probadores de la tienda donde volvió a quedar atrapado.

Una decena de agentes de policía se hicieron cargo de la situación, que se prolongó durante cuatro horas.

Finalmente, un veterinario logró inyectar un tranquilizante al animal que, posteriormente, fue llevado a un centro de observación y control de vida salvaje.


Este no fue el único porcino salvaje que el pasado domingo se dejó ver en la zona urbana de Hong Kong.

A media mañana de ayer, otro jabalí, de menor tamaño, accedió a una piscina pública en la localidad de Tsuen Wan antes de ser devuelto a su hábitat natural por parte de funcionarios del departamento de Agricultura, Pesca y Conservación de Hong Kong.

En esta ocasión, el jabalí llegó a disfrutar de un baño en la piscina para combatir las ya veraniegas temperaturas de la ciudad.

También en esta ocasión los funcionarios tuvieron que hacer uso de tranquilizantes, disparados a media distancia, para sacar al porcino del agua y devolverle posteriormente a su medio natural.

Las montañas de Hong Kong albergan a un considerable número de jabalíes, que pueden llegar hasta los dos metros de longitud y pueden atacar a humanos.

En noviembre de 2013, otro cerdo salvaje se estrelló contra el parabrisas de un coche de policía que estaba estacionado en la villa de Sai Kung, al norte de Hong Kong. (EFE)