miércoles, 13 de mayo de 2015

mayo 13, 2015
Armando "Catón" Fuentes Aguirre


"El Bronco". "Está usted embarazada". "No es posible, doctor. Lo único que hace mi novio es mirarme". "Pues ha de tener una mirada muy penetrante". El jefe de personal le preguntó al aspirante a vendedor: "¿Tiene usted poder de convencimiento?". "Mire usted -dijo el sujeto-. Llevo 15 años de casado, y mi esposa todavía me cree que tengo un tío enfermo al que debo visitar todos los viernes en la noche". El príncipe era tan feo que la Cenicienta se fue del baile al cuarto para las 10... Un cura y una monja entraron en una oficina, y la monja se desmayó. Una señora que vio aquello corrió hacia el encargado del edificio y le dijo: "Un cura y una monja entraron en una oficina, y la monja se desmayó". El hombre se le quedó viendo. Le preguntó la señora: "¿No va usted a hacer nada?". Respondió el sujeto: "Estoy esperando el final del chiste". Jaime Rodríguez, apodado "El Bronco", debe ser el próximo gobernador de Nuevo León. Jaime Rodríguez, apodado "El Bronco", no debe ser el próximo gobernador de Nuevo León. A nadie extrañe esa declaración ambigua. Refleja el sentimiento ambivalente de muchos nuevoleoneses que por un lado están hartos ya de los partidos, lo mismo del PRI que del PAN y el PRD (y más aún del pernicioso Verde), y quisieran ver ganar a un candidato independiente, y por el otro consideran la falta de preparación de Jaime, su carácter -precisamente bronco- y su conducta personal, tan debatida. Cualquiera que deteste la odiosa partidocracia bajo la cual vivimos, el dominio que los partidos ejercen sobre la vida nacional, las groseras prerrogativas que disfrutan y los estorbos de todo jaez que su instrumento, el INE, pone a los candidatos ciudadanos, debe dar su voto a este carismático señor que, apelando al apoyo de "la raza", vale decir de la gente común, del pueblo, ha logrado colocarse, sin los recursos millonarios de los otros candidatos, en el primer lugar de las encuestas. A diferencia del gárrulo ex presidente Calderón yo no pienso que "El Bronco" sea un peligro. El verdadero riesgo está en la perpetuación de prácticas corruptas cometidas al amparo del poder y fincadas en una de las más tristes ambiciones que hay: la del dinero. Es muy posible que esa continuidad se dé. Para el gobierno federal y su partido un estado como Nuevo León es importante, la joya de la corona en esta próxima elección. A diferencia de Sonora, entidad que el PRI siente ya perdida, en el caso del estado que tiene por capital a Monterrey el partido oficial echará toda la carne al asador -agujas norteñas, sobre todo- para sacar adelante a su candidata, menos calificada aún que "El Bronco" para gobernar. De ahí la dificultad de hacer pronósticos viables sobre el resultado de la jornada electoral que se avecina, pues también es muy posible que los ciudadanos, a la hora de votar, consideren la necesidad de poner al frente del gobierno a un político con experiencia y honestidad probadas, y se inclinen entonces ya sea por Fernando Elizondo Barragán o por Felipe de Jesús Cantú. En todo caso esta contienda reviste un interés extraordinario para el futuro de la democracia en el país. Si "El Bronco" fuera electo Nuevo León daría un campanazo que estremecería desde sus cimientos al ya caduco edificio de esa irritante partidocracia que sufrimos. Ya veremos. Larga fue hoy tu perorata, columnista, y farragosa como casi todas las que endilgas a tus cuatro sufridos y abnegados lectores. Exorna ahora tu columnejilla con un relato de humor lene que haga ligera la carga que nos impusiste. Don Valetu di Nario, octogenario caballero, conoció en cierto bar a una atractiva dama de 70 abriles. Fueron a su departamento y sucedió lo que en estos casos suele suceder. Un mes después el maduro señor sintió un cosquilleo extraño en la entrepierna. Fue a la consulta de un doctor, y éste le preguntó: "¿Ha tenido últimamente alguna relación sexual?". "Sí -respondió don Valetu-. Hace un mes estuve con una mujer". Inquirió el facultativo: "¿Sabe dónde vive la dama?". El señor Di Nario contestó afirmativamente. "Muy bien -dijo el galeno-. Vaya inmediatamente allá. Está usted empezando a terminar". FIN.