jueves, 18 de mayo de 2017

mayo 18, 2017
SAO PAULO, 18 de mayo de 2017.- El Gobierno de Brasil se encuentra al borde del abismo. El Tribunal Supremo del país ha confirmado la apertura de una investigación al presidente, Michel Temer, por supuesta obstrucción a la justicia, después de que una grabación revelase sus supuestas maniobras con un empresario para comprar el silencio de un antiguo aliado político ahora encarcelado por corrupción.

El movimiento del Supremo acorrala a Temer, amenazado de destitución solo un año después de promover un impeachment contra su antecesora, Dilma Rousseff. Antes incluso de conocerse la decisión judicial, la revelación de las acusaciones contra el presidente desataron el pánico en los mercados, hasta ahora los grandes aliados del Gobierno. Pero Temer ha desmentido esta tarde todas las acusaciones y, aunque ha reconocido que se puede abrir "una crisis de proporciones políticas aún no dimensionadas", ha asegurado que no renunciará.

El presidente Michel Temer afirmó la tarde de este jueves, en pronunciamento en el Palácio do Planalto, que no va a renunciar. (O Globo)

Desde el hundimiento de Lehman Brothers, en 2008, la Bolsa de São Paulo no había vivido una jornada de miedo como la de este jueves. Tras las nuevas revelaciones sobre la enorme trama de corrupción política en el país, que han situado en una posición extremadamente delicada a Temer, el mercado bursátil de la capital financiera brasileña se ha desplomado y ha tenido que suspender las cotizaciones veinte minutos después de su apertura. La suspensión ha durado media hora y las actividades ya se han reanudado, aunque prosiguen las fuertes caídas. La situación de Temer es tan crítica que incluso un grupo de diputados de segundo nivel de uno de los principales sostenes del Gobierno, el Partido Social Demócrata Brasileño (PSDB), ha anunciado que se sumarán a las solicitudesde impeachment  ya presentadas por algunos diputados de la oposición.

Brasil vive en estado de shock después de que en la noche del miércoles, hora local, el grupo de comunicación O Globo airease la existencia de una grabación en la que el presidente Temer presuntamente autoriza a un empresario a sobornar al expresidente de la Cámara de Diputados Eduardo Cunha, actualmente en la cárcel condenado por corrupción, para comprar su silencio. La grabación aún no se ha difundido, pero el Tribunal Supremo ha confirmado que va a investigar al presidente por los cargos de presunta obstrucción a la justicia. Según la versión de O Globo —desmentida por el presidente en una nota publicada en la noche del miércoles— en la grabación, el propietario del imperio cárnico JBS, Joesley Batista, comenta a Temer que está pagando todos los meses a Cunha, y el presidente le responde: "Eso tienes que mantenerlo, ¿vale?". Cunha pertenece, como Temer, al Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) y jugó un papel primordial, el pasado año, en el proceso de impeachment de la anterior presidenta, Dilma Rousseff.

Temer habla con el corrupto Eduardo Cunha cuando éste era aún presidente de la Cámara de los diputados. (AFP)

Autobuses incendiados tras la manifestación contra Temer celebrada a fines de abril en Río de Janeiro. (RICARDO MORAES / REUTERS)

Tras la conmoción política, la Bolsa de São Paulo abrió a las 10 de la mañana (hora local) — tres de la tarde en el horario central europeo— y veinte minutos después había caído un 10,47%. Al rebasar el límite del 10%, la autoridad bursátil suspendió las cotizaciones durante media hora. Pasado ese tiempo, la actividad se reanudó aunque las caídas continúan bordeando el tope a partir del cual se decreta la suspensión. El mercado entró en pánico ante la posibilidad de que el escándalo derribe a Temer e impida aprobar su programa liberal, por el que tanto han apostado sectores empresariales dentro y fuera del país, que incluye una reforma laboral y un recorte en el sistema de pensiones. De hecho, la Bolsa de São Paulo llevaba seis días de subidas apostando por la inminente aprobación del plan de reformas del Gobierno.

El terremoto político tras las nuevas revelaciones judiciales ha hundido ya al principal aliado político de Temer y del PMDB, el líder del Partido Social Demócrata Brasileño (PSDB), Aécio Neves, el candidato que perdió por escaso margen ante la izquierdista Rousseff en las elecciones presidenciales de 2014. El Tribunal Supremo ha decidido esta mañana suspender a Neves en su condición de senador tras las pruebas aportadas por el empresario Batista, y corroboradas por la policía, de los supuestos sobornos entregados al dirigente político. El fiscal general de la República, Rodrigo Janot, llegó a pedir la detención de Neves, pero el Supremo lo ha rechazado por el momento. La policía ha arrestado a una hermana suya implicada en el caso y ha registrado las viviendas del líder del PSDB en las ciudades de Brasilia, Belo Horizonte y Río de Janeiro.

La nueva escalada en las investigaciones judiciales sobre corrupción que sacuden al país desde hace tres años también ha alcanzado al corazón del poder judicial. El fiscal general, Rodrigo Janot, ha apartado a uno de sus colaboradores tras constatar que presuntamente intentó torpedear el acuerdo de colaboración con la justicia suscrito con el empresario Batista, dueño de JBS, una de las diez compañías cárnicas más importantes del mundo.

Pese a todo Temer ha anunciado, en un mensaje transmitido por televisión, que no piensa renunciar porque "en ningún momento" ha actuado para que "alguna persona quedase callada" ni ha "comprado el silencio de nadie". Según Temer, el empresario Batista se limitó a comentarle que estaba "ayudando a la familia" de Cunha. El presidente ha anunciado que aclarará todo cuando sea llamado a dar explicaciones por el Supremo dentro de la investigación abierta. Eso sí, ha admitido la crisis política abierta y, tras destacar los datos que apuntan a una leve recuperación de la economía brasileña tras dos años de recesión, ha lamentado que la situación actual "pueda mandar al basurero de la historia" su programa reformista. (El País)