viernes, 14 de agosto de 2020

agosto 14, 2020
BOGOTÁ, Colombia, 14 de agosto de 2020.-  La falta de acceso a agua potable está causando niveles de mortalidad y desnutrición infantil alarmantemente elevados en el mayor grupo indígena de Colombia, problemas que podrían agravarse debido a la pandemia, advirtió el jueves Human Rights Watch.

La tasa de mortalidad entre niños wayú menores de 5 años en las zonas rurales del departamento de La Guajira va en aumento constante incluso cuando ha disminuido el total general en el país, según un informe del grupo defensor de los derechos humanos basado en cifras oficiales.

“Desafortunadamente, los niños de La Guajira fueron olvidados”, dijo la doctora Alia Aunderji, especialista en emergencias pediátricas de la Universidad Johns Hopkins, que colaboró con Human Rights Watch en el estudio.

Los wayú o guajiros son aborígenes de la península de la Guajira.

Los investigadores compararon la disponibilidad limitada de agua potable –apenas 4% de la población wayú tiene acceso en las zonas rurales – y otros servicios básicos con partes de África, a pesar de que en Colombia el ingreso per cápita es mucho más elevado.

La región parcialmente desértica de la costa caribeña de Colombia tiene apenas 7% de la población del país, pero allí ocurren más del 20% de las muertes por desnutrición entre niños menores de 5 años. Más de 75% de los fallecimientos corresponden a niños indígenas, aun cuando los wayú y otras comunidades indígenas conforman menos de la mitad de los habitantes del departamento.

Los investigadores entrevistaron a más de 150 personas en Colombia y encontraron que la mala administración, la corrupción, la crisis humanitaria en la vecina Venezuela y las consecuencias del cambio climático han generado una severa inseguridad alimentaria.

La Fiscalía General de la Nación calcula que se han perdido aproximadamente 5 millones de dólares en La Guajira debido a actos de corrupción en programas de salud y alimentarios. Pero la escasez de fiscales hace que sea lento el proceso para obligar a los responsables a rendir cuentas, y muchos jamás enfrentan cargos. De los 47 fiscales en La Guajira, sólo dos están a cargo de casos de corrupción entre funcionarios públicos.

“La corrupción gubernamental en La Guajira, que en general queda impune, ha sido un factor clave en los problemas de acceso a agua, alimentos y servicios de salud que son esenciales para la supervivencia de muchos wayú”, dijo José Miguel Vivanco, director de Human Rights Watch para las Américas.

Mientras tanto están aumentando los casos de COVID-19 en Colombia, que ahora ocupa el octavo lugar mundial en total de infecciones. La Organización Nacional Indígena del país dijo este mes que se han registrado al menos 7.093 casos confirmados y 244 muertes entre los 69 grupos indígenas que lo habitan.

La población wayú, de al menos 270.000 personas, depende principalmente del mercado laboral informal, y la pandemia ha afectado el sustento de muchos. El decreto de aislamiento preventivo obligatorio en todo el territorio colombiano vigente desde marzo y la restricción a los viajes han aumentado las dificultades para llegar a municipios donde se pueden vender las mercancías.

Por lo menos 171 indígenas wayú han enfermado de COVID-19, según la organización nacional.

La doctora Beda Margarita Suárez, que es wayú y trabaja en La Guajira, dijo que miembros de la comunidad se han infectado en su intento por encontrar trabajo y alimento en las ciudades aledañas. Afirmó que ha sido complicado aislar a quienes se han enfermado porque las familias suelen vivir juntas en casas con deficiente circulación de aire.

Señaló que la asistencia ha llegado con lentitud y el hambre aumenta de manera constante.

“Ha aumentado los casos y también la mortalidad”, agregó. (AP)

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