viernes, 14 de agosto de 2020

agosto 14, 2020
ARIZONA, 14 de agosto de 2020.- El muro del presidente Donald Trump en la frontera de Estados Unidos con México está dejando sin agua los humedales únicos del sureste de Arizona, donde habita mucha vida silvestre y diversos peces en peligro de extinción, según denuncias.

La agencia a cargo de construir la valla ya había recibido advertencias de que esto sucedería si extraía agua de los pozos cercanos, pero no atendieron.

A consecuencia de ello, varios estanques del Refugio Nacional de Vida Silvestre San Bernardino se quedaron sin agua o con niveles muy bajos, de acuerdo con documentos obtenidos por dos grupos ambientalistas.

El Servicio Federal de Pesca y Vida Silvestre, la agencia a cargo del refugio, indicó en una declaración el jueves que los estanques "siguen intactos y el refugio continúa funcionando para peces y fauna en peligro de extinción".

Foto de enero de 2020 del muro fronterizo cerca del Refugio Nacional de Vida Silvestre de San Bernardino. (AP) 

Los contratistas que trabajan para la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) comenzaron a construir un tramo del muro allí en octubre, extrayendo millones de litros de agua del subsuelo para mezclar cemento con el fin de erigir la cerca de acero de 9 metros de altura, una promesa distintiva del Presidente Trump.

El Gobierno ha prometido construir 724 kilómetros de muro a lo largo de la frontera con México para el final de este año. Hasta ahora ha levantado 443 kilómetros.

El Refugio Nacional de Vida Silvestre San Bernardino fue establecido en 1982 para proteger los inusuales humedales en medio del desierto que son el hábitat de una variedad de fauna, incluyendo especies de peces que están protegidos por la Ley de Especies en Peligro de Extinción.

Ubicado en más de 930 hectáreas vecinas a la frontera entre ambos países en el sureste de Arizona, cerca de Nuevo México, el refugio es el hogar de colibríes, 75 especies de mariposas, murciélagos y, lo más importante, peces oriundos del río Yaqui, para cuya protección se estableció el refugio.

"Es un lugar bastante mágico", dijo Randy Serraglio, un activista de la conservación por el Centro para la Diversidad Biológica.

"La analogía es un oasis, realmente. Es por eso que las extracciones de agua son tan dañinas".

Se supone que el refugio está protegido por las leyes ambientales, pero el Gobierno prescindió de ellas en nombre de la seguridad fronteriza.

Más allá de los empleados del servicio de vida silvestre que administran el refugio y los grupos ambientalistas que se oponen a la construcción, el refugio y otros tesoros ecológicos no cuentan con protección en lo que respecta a la construcción del muro.

Docenas de documentos obtenidos por el Centro para la Diversidad Biológica, que ha interpuesto una demanda para frenar la construcción del muro, muestran las advertencias que los empleados a cargo del refugio emitieron durante meses y que fueron ignoradas en gran medida.

La agencia le rogó a la CBP que se abstuviese de extraer agua subterránea de los pozos ubicados en un radio de 8 kilómetros del refugio, usando un estudio del 2003 que mostró que hacerlo sería perjudicial para el suministro de agua.

La CBP hizo las extracciones de todas maneras.

Un informe del Servicio Federal de Pesca y Vida Silvestre obtenido por Defenders of Wildlife, otro grupo de conservación que se opone a la construcción del muro fronterizo, muestra que los contratistas retiraron millones de litros de agua de un pozo que está a 2.4 kilómetros del refugio, lo que provocó un descenso en los niveles de agua dentro del refugio e incluso algunos estanques se quedaron vacíos.

Hasta este viernes, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza no había respondido a preguntas sobre el asunto que The Associated Press le envió el miércoles.

Serraglio, del Centro para la Diversidad Biológica, dijo que el hecho de que la CBP ignoró las advertencias del servicio de vida silvestre muestra que es una agencia que hace lo que quiere.

"Ellos operan al margen de la ley, sin hacer caso a otras agencias federales y tierras públicas y recursos naturales y el patrimonio natural de este país", dijo Serraglio. "Lo único que les importa es el muro".

El administrador del refugio de San Bernardino, Bill Radke, expresó en un principio sus preocupaciones en junio del 2019 y muchas veces desde entonces, pero se sintió ignorado y marginado de la cadena de comunicación, de acuerdo con los documentos. Radke no respondió a una solicitud de comentarios.

En un correo electrónico enviado a Pesca y Fauna el 22 de noviembre, Rafke escribió que él le ha solicitado "reiterada y sistemáticamente" a la CBP que no saque agua de los pozos en un radio de 8 kilómetros del refugio, y añadió que ya estaban sufriendo los impactos que fueron pronosticados".

Los estanques perdieron hasta 30 centímetros de agua, lo que de acuerdo con Radke es inaudito en la temporada invernal, cuando los pantanos registran menos evaporación y ninguna transpiración.

Una portavoz del servicio de vida silvestre dijo en una declaración que la agencia sigue coordinándose con la CBP "y tiene una relación positiva de trabajo con la agencia".

Indicó que Pesca y Fauna tiene documentado un descenso correlacionado en la presión en un pozo acuífero profundo y que el refugio encontró recientemente que ahora se requieren bombas de más capacidad para mantener los niveles y flujos de agua en los estanques.

Dijo también que el contratista a cargo del proyecto ha comprado y está instalando esas bombas. (AP)

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