martes, 17 de septiembre de 2013

septiembre 17, 2013
ESTADOS UNIDOS, 17 de septiembre.- La Casa Blanca anunció este martes que la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha cancelado su visita oficial a Washington como protesta por las revelaciones de que Estados Unidos espió a su país.


El presidente Barack Obama había invitado a la brasileña para su primera visita de Estado en su segundo mandato el próximo 23 de octubre. Obama y Rousseff hablaron este lunes por la noche, según la Casa Blanca, y decidieron "entre los dos" posponer el encuentro para más adelante para que la relación no sea "ensombrecida por un solo asunto bilateral, por muy importante que sea".

La agencia de seguridad nacional espió a la empresa petrolífera Petrobras, de propiedad pública, y tenía un interés especial en Brasil por lo que recolectaba millones de datos de llamadas e e-mails, según los datos revelados por el ex espía Edward Snowden este verano.

Rousseff había protestado en varias ocasiones y ya había amenazado con la suspensión de la visita en una conversación con Obama en San Petersburgo, durante la cumbre del G-20 a principios de septiembre. Desde entonces ha habido "consultas" entre ministros sobre la visita y el estadounidense ya no ha intentado convencer a la brasileña de que viajara a Washington en octubre.

'Empatía' política

El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, explicó este martes en rueda de prensa que el presidente Obama intentará "superar" este asunto fuente de "tensión", si bien defendió en general el derecho de los espías estadounidenses a recoger información. "Este país recolecta inteligencia como hacen la mayoría de los países... Es justo decir que tenemos capacidad significativa, pero también es verdad que lo que hacemos no es distinto de lo que hacen otros países", dijo Carney.

Estados Unidos insiste en que tiene "una relación estratégica" con Brasil y que ambos países comparten "valores democráticos" y "el deseo de crecimiento económico y creación de empleo", y que eso no ha cambiado. En un comunicado, el presidente aseguró "entender" y "sentir" la "preocupación" de Brasil por las "supuestas actividades" de la inteligencia estadounidense.

El portavoz Carney subrayó que el trabajo de la agencia nacional de inteligencia está en un proceso de revisión y el presidente se lo ha contado así a los gobernantes que se han quejado. "Estamos discutiendo de manera bilateral con los países que tienen preocupaciones la naturaleza del trabajo que hacemos", dijo el portavoz. (María Ramírez para El Mundo)

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