martes, 17 de septiembre de 2013

septiembre 17, 2013
ROMA, 17 de septiembre.- Hoy Il Cavaliere recibió un nuevo varapalo judicial. El tres veces ex primer ministro italiano, que el pasado 1 de agosto fue condenado por vez primera de manera firme e inapelable –le han caído cuatro años de cárcel por un delito de evasión fiscal-, ha recibido hoy otro jarro de agua fría por parte de la Justicia italiana.

El Tribunal Supremo ha rechazado el recurso que Finninvest, la compañía propiedad de Berlusconi, había presentado contra la sentencia que le condenaba a resarcir con una fuerte suma de dinero al grupo Cir por haberle arrebatado la adjudicación de la editorial Mondadori gracias a un juego sucio: haber sobornado a un juez. Los magistrados del Supremo han dicho ahora la última palabra y han sentenciado que Finninvest debe indemnizar a Cir con 564,2 millones de euros. Toma ya.


Silvio carga a Dudú, su inseparable poodle, amigo fiel, tal vez el único que no lo va a traicionar nunca.

Se trata de la última etapa de un asunto que dura más de dos décadas y del que Berlusconi ha conseguido librarse de una condena penal gracias a que, una vez más, consiguió que prescribiera el delito. Lo que sin embargo no ha podido hacer es detener la vía civil del proceso, que ahora le condena a pagar 541 millones de euros a Cir.


"Después de más de 20 años por fin ha sido definitivamente establecida la gravedad de la agresión que sufrió Cir despues del demostrado soborno de un juez a manos de la compañía Finninvest de Silvio Berlusconi", destaca Carlo De Benedetti, propietario de Cir, cuyas acciones han exprimentado una importante subida en la Bolsa de Milán tras conocerse la sentencia.

El proceso en cuestión arrancó cuando en 1995 la fiscalía de Milán descubrió que uno de los jueces de la primera sección del tribunal civil, un tal Vittorio Metta, se había comprado un coqueto apartamento con el dinero que había recibido de Cesare Previti, uno de los principales abogados de Finninvest y amigo íntimo de Silvio Berlusconi, a través de una sociedad controlada por 'Il Cavaliere' en persona.

Con la precisión de que ese dinero había llegado en medio de la batalla judicial que libraban Finninvest y Cir para atribuirse el grupo editorial Mondadori. Huelga decir que, en medio de aquella guerra por el control de Mondadori, el tribunal del que formaba parte Metta emitió una sentencia muy favorable a la empresa de Berlusconi que le sirvió en bandeja ese grupo editorial.

El Supremo ya condenó en 2007 a Previti y a otros dos abogados de Finninvest a un año y medio de cárcel por corrupcion judicial, y a Vittorio Metta a dos años y ocho meses. Berlusconi logró sin embargo en 2001 escaquearse de lo que parecíam una condena segura al prescribir los cargos que pesaban sobre él, ya que su participación en el delito se determinó que sólo llegaba hasta 1991 y no hasta 1992, como sucedía con el resto de los imputados.

Como ya es norma la condena contra Berlusconi ha sido rechazada por numerosos miembros de su partido, que para seguir la tradición han acusado a los jueces de querer acabar con la carrera política de 'Il Cavaliere' a golpe de sentencias. (El Mundo)

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