lunes, 12 de agosto de 2013

agosto 12, 2013
COLOMBIA, 12 de agosto.- El secretario de Estado norteamericano John Kerry defendió el lunes los programas de espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional, o NSA, y minimizó su impacto en los esfuerzos estadounidenses por profundizar sus relaciones con dos aliados claves en Latinoamérica.

Foto: Archivo

Brasil y Colombia, dos de los más cercanos aliados de Estados Unidos en la región, han mostrado su malestar ante los reportes de que ciudadanos de Colombia, México, Brasil y otros países estuvieron entre los blancos de un programa de espionaje norteamericano de la NSA que analizó grandes cantidades de mensajes electrónicos y llamadas telefónicas, tal como reveló Edward Snowden, el ex analista de seguridad de la agencia que hace poco recibió asilo en Rusia.

Kerry buscó minimizar el impasse al hablar en una conferencia de prensa en la casa de gobierno en Bogotá y tras reunirse con el presidente Juan Manuel Santos.

En una declaración conjunta con su colega colombiana María Angela Holguín, Kerry dijo que durante su encuentro con el mandatario colombiano se trató el tema del espionaje y que le explicó "minuciosamente" las labores de inteligencia realizadas "conforme nuestra Constitución y la ley".

Pero "francamente, trabajamos sobre una gran cantidad de asuntos y esto, de hecho, fue una pequeña parte de la conversación", aseguró.

"Vamos a seguir atendiendo las inquietudes de los demás países... darle garantías a las personas en otros países sobre las intenciones que tienen los Estados Unidos. Creo que todo el mundo ya sabe que este es un mundo peligroso en el que vivimos... y necesariamente nos vemos involucrados en un esfuerzo muy complejo para evitar que terroristas" cometan sus actos, dijo Kerry en inglés con traducción oficial al español.

"Estamos trabajando en un esfuerzo para prevenir la privación de vida tan irresponsable, tan descuidada y tan devastadora que ocurre con carros bombas, con aparatos explosivos improvisados", agregó el secretario de Estado, que llegó a Bogotá el domingo por la noche.

Estados Unidos seguirá con estos esfuerzos, continuó, al tiempo que hace un llamado a todos los países del mundo a que se sumen a esa labor para poder resolver las controversias de manera pacífica y poner fin a la violencia indiscriminada.

Todo lo que "haremos en el futuro será con miras a poder trabajar con nuestros amigos y colaboradores, y hacerlo de una manera que respete sus leyes y al mismo tiempo que se cumplan con las normas más altas de protección de los derechos y protección de la privacidad", añadió Kerry, quien partió al final de la jornada rumbo a Brasil, segunda y última parada de su primera visita a la región.

Por su parte, la canciller colombiana dijo que una misión de delegados colombianos ya estuvo en Washington buscando claridad sobre esas denuncias de espionaje tanto en Colombia como en otros países, y que aún siguen en esa tarea de "clarificar" el tema.

Fue una reunión "muy positiva" en donde "queríamos saber un poco más del tema, clarificar muchos temas y en ese proceso", dijo Holguín. "Toda la ayuda en este sentido (de inteligencia) ha sido más que relevante y queremos que esto se haga dentro del marco de las relaciones bilaterales, dentro del marco legal que tenemos, y hemos tenido las explicaciones necesarias para seguir trabajando en este sentido", agregó la canciller.

Un poco más temprano desde Washington, Marie Harf, portavoz del Departamento de Estado, destacó que en "hemos sido claros de que continuaremos conversando con nuestros aliados a través de canales diplomáticos los temas planteados por algunas denuncias relacionadas a la NSA".

"Obviamente no vamos a comentar públicamente cómo son esas conversaciones, salvo decir que por política hemos sido claros en que Estados Unidos recoge inteligencia en el extranjero, que recogen todas las naciones, y que está apegado a la ley y es supervisado por los tres poderes de nuestro gobierno", indicó Harf.

Santos dijo el 8 de agosto que quería que Washington le aclarara si las operaciones de inteligencia estadounidenses en Colombia, que ha recibido de Estados Unidos equipos para interceptar información, técnicos y medios de vigilancia aérea, habían excedido las operaciones conjuntas contra narcotraficantes y grupos armados ilegales.

Kerry comenzó la jornada en Bogotá con un desayuno con dos de los negociadores del gobierno en sus diálogos de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, la guerrilla más fuerte de las Américas, reducida en su poderío con el apoyo militar y de inteligencia de Estados Unidos, y actualmente con unos 8.000 integrantes. Luego, el secretario de Estado visitó una instalación deportiva donde policías y militares colombianos que han perdido alguno de sus piernas o brazos en acciones del conflicto, practican distintas disciplinas deportivas como voleibol en silla de ruedas. Kerry, enfundado en una camiseta amarrilla como la del seleccionado colombiano y con una de las botas de su pantalón remangada, signo de apoyo en este país a los amputados en medio del conflicto, participó en parte de un partido de voleibol, intentando jugar sentado en la cancha.

Tras su encuentro del mediodía con el presidente Santos, Kerry tuvo su último actividad en Colombia al visitar la sede de la policía antinarcóticos y conocer los avances que han logrado en la lucha contra las drogas y su colaboración internacional: Colombia ha ayudado al entrenamiento de unos 13 mil policías de 25 países de América Latina y otras 20 naciones del mundo desde el 2009. Los cultivos de coca en el país se han reducido 53 por ciento desde el 2007 y el año pasado eran de 48 mil hectáreas.

Con la visita de Kerry, Washington también deseaba mostrar su apoyo a las conversaciones de paz entre el gobierno y las FARC, que se celebran en La Habana desde fines del 2012. (El Informador)

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