jueves, 5 de febrero de 2015

febrero 05, 2015
Oscar Sauri Bazán
Los litigantes o abogados postulantes, en los juzgados yucatecos del fuero común, o sea los dependientes del Poder Judicial del Estado de Yucatán, han permitido que la burocracia judicial yucateca, que se caracteriza por la impuntualidad, el papeloteo y parloteo, establezca obstáculos y requisitos ilegales, arbitrarios y extralegales, que entorpecen el trabajo de los litigantes y abogados. Tales requisitos son propios de una burocracia judicial que no entiende su carácter de servidores públicos, una burocracia en suma: despótica, abusiva, y por desgracia, muchas veces ignorante de sus obligaciones, acostumbrada a despreciar los derechos de los ciudadanos y de los litigantes.
La inmensa mayoría de los litigantes y ciudadanos ven con normalidad tener que llenar libretitas, o libretotas, formatitos, volantitos y un sinnúmero de prerrequisitos, por ejemplo, para poder tener acceso a los expedientes que se tramitan en determinado juzgado.

Desde el punto de vista legal, basta con el acuerdo del juez, que autoriza a un litigante a tener derecho para imponerse en autos de un expediente, para que ese derecho quede constituido y el único requisito es que el litigante se identifique, para que dicho expediente le sea proporcionado para su lectura, y en su caso, toma de notas o de fotografías en el caso de que el acuerdo incluya tal autorización.

Resulta grosero, arbitrario, ilegal y despótico que en el Poder Judicial del Estado de Yucatán se permitan esas prácticas, sobre todo en estas épocas que se habla de derechos humanos, se habla de las supuestas bondades del sistema penal acusatorio adversarial, popularmente conocido como juicios orales.

Triste cosa es observar cómo se degrada el poder Judicial del Estado en el despotismo, la grosería, lo burdo, la ignorancia y una enorme montaña de rezago judicial que no se ve para cuándo disminuya, sino más bien se espera que aumente.

Ejemplo: Un litigante llega al juzgado, si tiene suerte lo atenderán en quince minutos y quien lo atiende estará de buen humor, en la barandilla dará un número de expediente, esperará con esa misma buena suerte quince o veinte minutos a que le entreguen el expediente, en ese momento le dicen que para que pueda tener acceso al expediente debe poner sus datos y firmar en una libreta amarilla, el litigante lee el expediente, se entera de que se le autoriza por el juez a tomar fotos del expediente, y cuando le informa a la persona que lo atiende que va a tomar fotos, ésta le dice que debe poner sus datos y firmar ahora en una libreta negra, posteriormente el litigante le dice a quien lo atiende que se autorizaron copias de todo el expediente, a lo que le dicen que debe contar las hojas para saber cuántas copias son, posteriormente le dicen que debe llenar el formato de solicitud de copias, trabajo que es de la burocracia judicial y no de los litigantes, el litigante paga en caja las copias, regresa al juzgado, entrega su formato de copias y se le dice que cada tercer día deberá preguntar si sus copias llegaron de la copiadora, que porque hay rezago, que deberá cuando estas lleguen “cotejar” sus copias con el expediente original, cotejar es una función que le corresponde al secretario del juzgado, el litigante puede en todo caso revisar que estén bien las copias, pero en todo caso esa es responsabilidad del secretario o secretaria del juzgado, también se le informa que sólo podrá recoger sus copias en la fecha que se le indique y solamente de ocho a nueve y media de la mañana y que si no va ese día, a esa hora se le reagendará para la siguiente semana. 

A algunos les parecerá exagerado lo que aquí se dice y se plantea, el problema es que todo ese rosario de papeloteo no es legal, no está contemplado en la ley y como consecuencia son actos arbitrarios de una burocracia, insisto, despótica. 

He aquí una definición de despotismo: (De déspota). 1.m. Autoridad absoluta no limitada por las leyes. 2. m. Abuso de superioridad, poder o fuerza en el trato con las demás personas. Ilustrado. 1. m. Política de algunas monarquías absolutas del siglo XVIII, inspirada en las ideas de la Ilustración y el deseo de fomentar la cultura y prosperidad de los súbditos.

Ojalá los litigantes no sigan permitiendo esos abusos. 

Febrero del 2015
Comentarios: osauri@gmail.com
Twitter: @osauri

Ficha curricular

Nació en Cansahcab, Yucatán, el 16 de noviembre de 1958. Es Licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Yucatán. Es diplomado en Cultura y Civilización Maya, otorgado por el Centro de Estudios Mayas de la Universidad Nacional Autónoma de México. Ensayista, actor y poeta integrante del Centro Yucateco de Escritores, A. C., del cual es actualmente su Secretario General. Es miembro fundador y numerario de la Asociación Nacional para la Reforma del Estado, coordinador de Iniciativa de Izquierda A.C..  Fue Director de Literatura y Promoción Editorial en el Instituto de Cultura de Yucatán y Director de la revista Camino Blanco, Arte y Cultura. Es Cónsul en Mérida del movimiento Poetas del Mundo. Ha publicado artículos literarios, ensayos políticos y poemas en periódicos locales, en revistas regionales y nacionales. En 1996 obtuvo el Premio Estatal de Literatura “Clemente López Trujillo” para poesía, que otorga el Instituto de Cultura de Yucatán, por su poemario Otras lluvias. Ha publicado una plaqueta que lleva por título Poéticas, en la colección La Hoja Murmurante, de la editorial La Tinta del Alcatraz, de la ciudad de Toluca. La Universidad Autónoma del Estado de México y la editorial La Tinta del Alcatraz le han editado su poemario Erótica. En 2006, la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba le editó su antología personal Erótica de las lluvias. Su obra poética ha sido incluida en las antologías: La voz ante el espejo (antología general de poetas yucatecos), compilada por Rubén Reyes Ramírez y editada por el Instituto de Cultura de Yucatán, 1995; Los convidados, editada por la Delegación del ISSSTE en el estado de Yucatán; No nacimos para celebrar, de la colección La Hoja Murmurante de la editorial La Tinta del Alcatraz-Ediciones En La Mira, Mérida, Yucatán, 1993; Litoral del relámpago (antología de poetas y narradores del Centro Yucateco de Escritores); Poetas del mundo. Voces para la educación, Sindicato de Maestros al Servicio del Estado de México, antología coordinada por Lina Zerón, Toluca, México, 2005 y La otredad, compilada por Melba Alfaro Gómez, Instituto de Cultura de Yucatán-Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de Yucatán-Centro Yucateco de Escritores-Centro Regional de Información, Promoción e Investigación Lingüística y Literaria, Mérida, Yucatán, 2006. Fue además un destacado político e ideólogo de la izquierda democrática, activista y ensayista político; fue militante del Partido Comunista Mexicano, del Partido Socialista Unificado de México, del Partido Mexicano Socialista y del Partido de la Revolución Democrática al que renunció el 24 de febrero de 2000. Es promotor de los Derechos Humanos, promotor cultural y de la lectura.