martes, 16 de enero de 2018

enero 16, 2018
SANTIAGO DE CHILE, 16 de enero de 2018.- Un llamado a buscar la paz realizó el Papa Francisco en la homilía del Parque O'Higgins, el primer evento masivo que encabeza durante su visita a Chile. "Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios", comentó ante cerca de 400 mil personas. "Que el espíritu de la reconciliación gane espacio entre nosotros", exhortó.

La misa, llamada por la Justicia y por la Paz, comenzó a las 10:20 horas. Vestido con el solideo -y no con la mitra, que se usa para ocasiones más solemnes-, Francisco comentó que el "corazón chileno conoce de reconstrucción y volver a empezar".

El Papa Francisco durante la Misa en el Parque O'Higgins. (David Ramos / ACIPrensa)

"A ese corazón apela Jesús para que reciba las bienaventuranzas", señaló al inicio de su homilía el Papa.

"¿Quieres dicha? ¿Quieres felicidad? Dichosos los que trabajan por la felicidad de otros. ¿Quieres paz? Trabaja por la paz. (Hay) que sembrar la paz a golpe de proximidad, a golpe de vecindad. A golpe de ver rostros, aquellos que no han sido tratados como personas. Esa es la única manera de poder construir un futuro de paz", detalló.

Tras esto, llamó a no "adormecernos en un consumismo tranquilizante". "Esa resignación nos lleva a aislarnos del mundo".

Actos simbólicos

Entre los presentes en la homilía, estaba el arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati, quien participó en el oficio y agradeció al Papa por su presencia y recordó la visita de Juan Pablo II. "Aquí la provocación y la sinrazón intentó pintar de gris un acto del Papa", comentó. 

Los fieles presenciaron la coronación de la Virgen del Carmen. (AFP)

También estaba presente el obispo de Osorno, Juan Barros, acusado de encubrir los abusos sexuales cometidos por Fernando Karadima.

Entre los actos simbólicos que realizó en la liturgia, el Papa coronó a la Virgen del Carmen, de la misma forma que lo hizo Juan Pablo II en el Templo Votivo de Maipú durante su visita de 1987.

En la misa se entonaron cánticos en castellano, pero también en rapanui y mapuche e incluso se utilizaron instrumentos de esta última etnia. El Papa saludó y abrazó a representantes de estas culturas y también huasos y cuasimodistas que participaron en la misa.

El público siguió con respeto el oficio. Sin embargo, durante uno de los silencios, un asistente gritó una consigna referida a los presos muertos en el incendio de la cárcel de San Miguel, hecho que generó pifias del resto de los presentes. 

"Construir la paz es un proceso que nos convoca y estimula nuestra creatividad para gestar relaciones capaces de ver en mi vecino no a un extraño, a un desconocido, sino a un hijo de esta tierra", planteó el Sumo Pontífice ante la multitud.


La gran cantidad de asistentes, especialmente agolpados en la cercanías del escenario, impidió que todos pudieran arrodillarse durante la consagración, uno de lo momentos más importantes de la misa. "Papa, amigo, Chile está contigo", gritaron cuando ya concluía el acto.

Voluntarios papales, identificados con una cruz roja, estaban repartidos en puntos estratégicos del parque para entregar hostias entre los asistentes que quisieran comulgar.

Francisco llegó hasta el Parque O'Higgins luego de un trayecto de casi 30 minutos desde La Moneda, que fue más lento una vez que ingresó al recinto de Santiago centro para saludar a los feligreses. Mientras, de fondo sonaba la canción Peregrino de Emaús.

Las puertas del recinto se abrieron a las 2:00 horas. Sin embargo, algunos de los presentes manifestaron su malestar por la imposibilidad de poder seguir la misa en vivo desde el lugar en que se encontraban. (emol / La Prensa)

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