martes, 18 de octubre de 2016

octubre 18, 2016
CIUDAD DE MÉXICO, 18 de octubre.- Con el propósito de contribuir a través de la lectura, al desarrollo educativo y cultural de niños, jóvenes y adultos mayores que viven en las colonias de mayor vulnerabilidad social, en 2013 se implementó el Programa Nacional de Bibliotecas Comunitarias “Nos Mueve la Lectura”, iniciativa que integra a profesores jubilados y pensionados del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).

El programa se da en colaboración con la Secretaría de Cultura y la Secretaría de Gobernación, y ofrece un espacio para el desarrollo cultural y afectivo de los adultos mayores, involucrándolos de forma activa como promotores, sin importar su situación económica o social.

Alejandro Sandoval Ávila tiene una amplia experiencia como promotor y gestor de la cultura. Ha sido presidente de la Asociación de Escritores de México (AEM) y miembro del Consejo Directivo de la Sociedad General de Escritores de México (SOGEM), entre otras responsabilidades. Se ha desempeñado también como miembro del Consejo de Redacción de la revista “Tierra Adentro”, guionista y director de cámaras en la Televisión Cultural de Aguascalientes, y articulista del diario Excélsior.

En entrevista, Alejandro Sandoval Ávila, escritor y promotor cultural del proyecto, refirió que la iniciativa parte del Programa Nacional para la Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia, para promover el desarrollo social y urbano de las comunidades a través de la lectura.

“Pensamos que los maestros han tenido el libro como su instrumento de trabajo toda la vida, nos dimos a la tarea de identificar a jubilados y pensionados que viven en los polígonos generadores de violencia y los invitamos a que se sumaran al programa, con base en los acervos del Programa Salas de Lectura de la Secretaría de Cultura, así comenzamos a operar”, comentó.

Se han logrado instalar alrededor de 400 bibliotecas en toda la República, particularmente en zonas difíciles del país, comunidades de la frontera sur y norte, en estados como Tamaulipas, Sinaloa, Guerrero y Veracruz, pero se proyecta llegar a 1000 centros al concluir el año.

El programa dota a los voluntarios con libros de literatura, narrativa, poesía, teatro, entre otros, para que instalen dentro de su casa una sala de lectura y compartan el gusto por los libros. Algunos de los centros también han integrado otras actividades como clases de pintura o dibujo y fungen como una casa de cultura local.

Los voluntarios reciben capacitación para orientar y acompañar al público, herramientas fundamentales en la mediación lectora. Se trata de una política integral en favor de los adultos mayores y la comunidad, para que compartan su experiencia e incidan en el desarrollo social y cultural.

El reconocido escritor explicó que aunque todos leemos, en la calle, en Facebook y otras plataformas, la lectura que nos enriquece es la que se da en ámbito recreativo. Por lo anterior, dijo, se deben encaminar esfuerzos para su promoción, ya que siempre será uno de los temas esenciales en la vida y agenda de cualquier sociedad.

Anunció que el programa sigue creciendo y ante los retos que se presentan, la irrupción de nuevas tecnologías y los hábitos de lectura de los jóvenes, se ha planteado la posibilidad de llevar libros digitales a los centros, especialmente a los de difícil acceso. Además, se trabaja en la producción de audiolibros en colaboración con Radio UNAM, un proyecto ambicioso que involucra a los profesores en la narración de las obras.

Sobre el futuro refirió, “tenemos dos temas importantes: llegar a fin de año con a la cifra que aspiramos y el recambio de las dotaciones de libros, un reclamo que nos hacen los voluntarios ya que el material se daña o se agota y hay que llevar nuevos acervos, rotarlos”.

Esta nueva etapa contempla la colaboración con otras instancias como la UNAM, el Fondo de Cultura Económica, Siglo XXI Editores, que sumarán sus acervos para enriquecer a las bibliotecas y ampliar la oferta de libros. El Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe) también contribuye en la capacitación sobre el manejo de colecciones, entre otros temas. Además, se planea invitar a autores para que convivan, intercambien ideas, conocimientos y experiencias con sus lectores.

“El resultado es verdaderamente sorprendente, muy benéfico en cuanto a la respuesta. Yo creo que a tres años de su puesta en marcha podemos hablar de un programa consolidado.” En suma, “se trata de un proyecto que se ha ido enriqueciendo y ha probado su bondad, por lo que hay que cuidarlo y hacerlo crecer”, concluyó.