martes, 4 de noviembre de 2014

noviembre 04, 2014
CHIHUAHUA, Chihuahua, 4 de noviembre.- Luego de que se intensificaron los enfrentamientos entre grupos delictivos en la Sierra Tarahumara durante el fin de semana, la madrugada de ayer lunes siete cuerpos fueron dejados en una camioneta afuera de una funeraria de Ciudad Madera.

Los hombres que fueron ejecutados y abandonados afuera del local participaron en las recientes balaceras en los municipios de Bocoyna y Guachochi.


Ciudad Madera se ubica en la Sierra Tarahumara, al Noroeste de esta capital, y desde hace años es controlada por el grupo delictivo La Línea, brazo armado del Cártel de Juárez.

Los cadáveres de los siete hombres se encontraban en una camioneta de doble cabina abandonada afuera de la empresa funeraria y ahí permaneció durante horas, de acuerdo con testigos.

La Fiscalía General del Estado informó que el hecho sucedió la madrugada del 3 de noviembre y, según las primeras indagatorias, las víctimas participaron en las masacres de Cusárare del municipio de Bocoyna y Rocheachi, en el municipio de Guachochi.

Los integrantes del mismo grupo delictivo se llevaron a sus compañeros para “brindarles apoyo pero fallecieron en el camino, por lo que fueron abandonados en el exterior de la funeraria Carrasco”, detalla un comunicado de la dependencia.

Los hombres ejecutados tenían entre 20 y 40 años y todos murieron por impactos de arma de fuego: cinco por shock hipovolémico, uno por traumatismo craneoencefálico y otro por laceración cerebral.

Las autoridades iniciaron con el proceso de identificación, por lo que fueron trasladados al Servicio Médico Forense (SEMEFO) en Cuauhtémoc, mientras que con las ojivas localizadas en los cuerpos, determinaron que corresponden a los casquillos localizados en los dos enfrentamientos.

La diputada local priista Mayra Díaz Guerra dio a conocer que la Gendarmería Nacional llegó al municipio de Guachochi para coordinarse con las fuerzas policiales y con el Ejército que ya tiene presencia en toda la sierra.

Habitantes de Madera manifestaron que hay un ambiente de incertidumbre y temor por la situación de la sierra, mientras que Silvia Payán Chaparro, de la Cámara Nacional de Comercio (CANACO) de Guachochi, dijo que las ventas en el comercio de la región ha disminuido un 60 por ciento debido a que la actividad está semiparalizada luego de los hechos violentos.

El corredor serrano más peligroso es el de Creel a Guachochi, por lo que las personas que deben llegar a Guachochi lo están haciendo por Parral. (APRO)