lunes, 27 de abril de 2015

abril 27, 2015
MÉRIDA, Yucatán, 27 de abril.- Discurso pronunciado por la C.P. Ana Rosa Payán Cervera, candidata de Movimiento Ciudadano (MC) a la alcaldía de Mérida, esta mañana en el marco del desayuno convocado por la Cámara Nacional de Empresas de Consultoría, delegación Yucatán:

Buenos días a todos ustedes agremiados de la Cámara Nacional de Empresas de Consultoría, delegación Yucatán; a los medios de comunicación que amablemente nos acompañan y a todos los presentes.


La transparencia es cualidad imprescindible de cualquier gobierno y de cualquier gobernante. Al menos así lo entiendo yo.

Porque yo entiendo que es como cuando eres niño y tu mamá te manda a comprar algo: cuidadito no trajeras lo encargado y el cambio completo. De niños teníamos miedo al pellizco o pescozón de mamá, su auditoría era inevitable. ¿Por qué ahora de grandes no tememos a la auditoría de los ciudadanos que nos dan su dinero para llevar a cabo las labores que nos encomiendan?

Tradicionalmente se dice que la sustentabilidad o sostenibilidad es una tríada conformada por la interacción de lo social, lo ambiental y lo económico. Que éstos tres factores no deben considerarse por separado sino en su interacción. Pues bien, yo creo que en la política pública y en el gobierno esta tríada debe sostenerse invariablemente en la transparencia.

Piénsenlo amigos. ¿Puede un gobierno o política pública prevalecer sin el apoyo de la gente, sin importar que buena o mala sea? Difícilmente.

La transparencia no es cosa de moda sino ejercicio de vida. O el currículo exuda transparencia o no. No es promesa y cosa por venir. Se escribe entre las líneas de cada acción de vida. Se adquiere con coherencia entre lo que se piensa y lo que se dice, entre lo que se dice y lo que se hace; con consistencia.

No se puede por ejemplo decir que uno es transparente por presentar tres declaraciones si en ellas hay errores y sobretodo omisiones. No se puede presumir de transparente si hay cuentas pendientes por aclarar en los encargos previos, fueran o no de elección popular.

Mi vida es libro abierto, he vivido de frente a la sociedad y camino por la calle tranquila y pronta al saludo de la gente. Mis aciertos y mis errores son públicos. Sólo no se equivoca quien nunca ha gobernado.

Por eso en el próximo ayuntamiento limpiaremos primero la casa a fondo. Luego abriremos puertas y ventanas. Haremos todo a la luz y nada a escondidas. Quien nada debe, nada teme. Es más, a mitad del período me someteré a la ratificación del mandato. Si no cumplo, me retiras.

Segundo, estableceremos un plan de verdadera austeridad. No de palabras, de hechos. Reduciremos sueldos administrativos, empezando por el que percibiré. Revisaremos y actualizaremos los sueldos y prestaciones que perciben los empleados del Ayuntamiento de Mérida.

Tercero, vamos a actuar con base en una planeación precisa. Una planeación llevada a cabo con el concurso de la sociedad organizada. Una planeación que elimine la improvisación y que permita pasar de administraciones apaga fuegos a una administración proactiva, preventiva, precisa.

Cuarto, vamos a evaluar constantemente la planeación para adecuarla a los cambios coyunturales. Y no está de más decir que efectivamente vamos a considerar la sustentabilidad de cada uno de los proyectos. Privilegiaremos al ser humano y su desarrollo, cuidaremos celosamente el medio ambiente e impulsaremos con decisión la actividad económica en todas sus ramas y por todos los rincones del municipio.

Volverán los buenos tiempos. Sabes que conmigo, hay resultados. (Boletín)