sábado, 11 de abril de 2015

abril 11, 2015
CIUDAD DE MÉXICO, 11 de abril.- El puerto de Tuxpan, en Veracruz, tiene fondeado en sus aguas un problema: en el buque norcoreano "Mu Du Bong" sobreviven 33 marineros desde hace nueve meses (encallaron el 14 de julio de 2014) sin que nadie los vea nunca y sin que se sepa qué comen o cómo viven. Son una especie de fantasmas para una población que ve con curiosidad un asunto que está creciendo exponencialmente y se está convirtiendo en un problema humano e internacional. El gobierno de Norcorea acusa retención ilegal del buque, mientras que México argumenta que el barco está retenido por una resolución de la ONU.

En julio de 2014, el buque "Mu Du Bong", de bandera norcoreana, salía de La Habana y encallaba en Tuxpan, llevándose por delante 3,600 metros cuadrados de arrecife protegido y 250 colonias de ejemplares coralinos, entre los que destaca la especie en riesgo Acropora palmata.


Comenzaba entonces un extraño conflicto que ha puesto las relaciones diplomáticas entre México y Corea del Norte al rojo vivo. El navío lleva retenido desde entonces en el puerto y los norcoreanos han amenazado con "liberar su buque por todos los medios". La razón de la retención no es el daño ecológico provocado, es que el navío está acusado de formar parte de una compañía, la Ocean Maritime Management Company, vetada por la ONU como parte del embargo impuesto por su programa nuclear.


Mientras, en el puerto de Tuxpan, hay 33 marineros que nadie ve, que nadie sabe cómo viven y que para la población local son 33 sombras. "No food, no food", gritaba uno de los marineros desde la cubierta a un grupo de periodistas locales, publica el periódico Milenio.

La realidad es que desde julio de 2014 nadie en el pueblo ha visto a los norcoreanos. Pese a que tienen libre tránsito, no hay constancia de que hayan bajado nunca del barco. "No les vemos por las calles ni les hemos visto que duerman en ningún hotel", afirman los habitantes de Tuxpan. "No hay movimiento, no hay nada. El buque está aislado, no se acercan ni las lanchas", dice un vecino que habita justo enfrente del navío fondeado.

Sin embargo, el gobierno mexicano aseguró que "los marineros gozan de buen estado de salud y duermen desde hace meses en un hotel", algo que niega el propio capitán del puerto de Tuxpan, Alberto A Orozco: "No están viviendo en hoteles, están a bordo del barco y no tienen ninguna restricción para salir. En todo caso, los buques mercantes están adaptados para que la tripulación viva a bordo.

"La situación de los marineros no debe ser fácil. Están fuera de sus casas y no hablan español. Hasta donde sé, sólo uno de ellos habla inglés", afirmó Ricardo Alday, ministro de Asuntos Políticos de la misión de México ante la ONU. (Javier Brandoli / El Mundo / El Universal)