jueves, 18 de septiembre de 2014

septiembre 18, 2014
EDIMBURGO, 18 de septiembre.- Un sondeo divulgado esta noche al cierre de las urnas en Escocia otorgó la victoria al "no" a la independencia de Gran Bretaña con el 54 % de los votos, mientras se lleva a cabo durante la madrugada el recuento oficial en los 32 consejos municipales.

El sondeo, realizado por YouGov sobre 2628 electores que emitieron hoy su voto en persona o por correo, señala que la propuesta secesionista del ministro principal escocés, Alex Salmond, saldría derrotada con el 46 % de los votos, por ocho puntos de diferencia.

Festejo del NO: el último boca de urna le da la victoria por el 54 por ciento y se mantiene la unidad con Gran Bretaña. (AP / dpa)

Millones de residentes en Escocia votaron el jueves para decidir si esta región se independiza de Gran Bretaña en un referéndum histórico e inédito, que habría podido cambiar a este país y a Europa.


Los colegios electorales cerraron a las 21 GMT y de inmediato comenzó el recuento oficial. Según los primeros resultados, en siete de los 32 distritos ganó la negativa. De esta forma, ya hay claros indicios oficiales sobre la dirección del voto. El panorama será más claro cuando se divulguen los resultados de las dos principales ciudades, Glasgow y Edimburgo. Aunque el veredicto definitivo de las urnas se dará a conocer recién por la mañana.

Los indecisos -entre el 4 y el 10 % del censo, según las encuestas- pueden inclinar la balanza y ningún bando afrontaba la jornada electoral confiado, más allá de la alta participación en la consulta, que se prevé en niveles récord.

Habrá que esperar hasta las las 6 GMT para conocer el veredicto de los escoceses, que determinará si se rompe una unión con Gran Bretaña, que se remonta a 1707 y si nace un nuevo Estado europeo, que podría dar alas a otros movimientos separatistas de Europa.

La pregunta a consulta, consensuada entre los gobiernos de Londres y Edimburgo y que debía marcarse en la papeleta con un "sí" o un "no", fue: "¿Debería Escocia ser un país independiente?". La respuesta marcará el rumbo de Gran Bretaña.

El primer ministro británico, David Cameron, que autorizó el referéndum convocado por el gobierno nacionalista escocés y podría ver peligrar su puesto en caso de un triunfo del "sí", pasó el día trabajando en su despacho de Downing Street, en Londres.

Sin dejarse ver durante el día y sin un plan de contingencia ante un eventual triunfo independentista en la consulta, según él mismo ha insistido.

Sí lo tienen, no obstante, el Banco de Inglaterra y muchas entidades financieras y grandes empresas, cuyo rechazo frontal a la secesión escocesa parece haber sido determinante en el cambio de dirección de unas encuestas que, hace solo una semana, arrojaban un práctico empate técnico.

El porcentaje de participación tampoco se conocerá hasta el sábado pero se espera que supere el 80 % pues se registró para votar el récord del 97 % por ciento del censo electoral escocés, más de 4.28 millones de personas, ante la trascendencia de la consulta.

Voto adolescente
Entre los votantes hubo 109,000 adolescentes de 16 y 17 años que sufragaron por primera vez y más de 600,000 residentes en Escocia que no son escoceses.

La jornada electoral discurrió entre cielos grises, con tranquilidad y hasta tono festivo en ocasiones, sin que se reportasen incidentes en los 2.608 colegios electorales abiertos en toda la región.

Sí hubo mucha animación, emoción y pasiones, sobre todo por parte de los secesionistas, los más comunicativos y dispuestos a explicar, arropados por banderas escocesas y con pancartas del "sí", que el futuro de Escocia "debe estar en manos de los escoceses".

Así se manifestó el promotor de la consulta separatista, Alex Salmond, que puso fin a una larga campaña de dos años que lo llevó a recorrer cada localidad de Escocia, cuya población total es de 5.3 millones de habitantes, el 8.3 % del Reino Unido.

En el bando de los unionistas el liderazgo lo asumió con claridad el ex primer ministro laborista Gordon Brown, que es escocés, desde que las encuestas mostraron a comienzos de septiembre que las distancias se acortaban y el "sí" podía ganar.

Brown, que se mostró confiado en que la "mayoría silenciosa" respaldaría la permanencia de Escocia en Gran Bretaña, debió luchar contra la percepción de la campaña del "no" como negativa, frente al mayor optimismo del "sí". (EFE)