miércoles, 17 de mayo de 2017

mayo 17, 2017
BARCELONA, 17 de mayo de 2017.- El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, se encuentra estos días de visita oficial en Estados Unidos. El objetivo era entablar conversaciones con Donald Trump y hacerle saber que “nunca” aceptará su apoyo militar a las milicias kurdas en Siria por ir en contra de los acuerdos que rigen la relación bilateral. La reunión en la Casa Blanca entre ambos dirigentes transcurrió con total normalidad, pero cuando el líder de Turquía se desplazó a la residencia del embajador turco en Washington se vivió una batalla campal entre sus guardaespaldas y unos manifestantes.

Los enfrentamientos entre guardaespaldas, partidarios, y opositores al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, durante su visita a Washington dejaron al menos nueve heridos y dos detenidos.


La violenta trifulca empezó sobre las 16.30 horas cuando los manifestantes estadounidenses sacaron una bandera del partido kurdo PYD. El ambiente se caldeó enseguida y la policía intentó disuadir las protestas como pudo. Los guardaespaldas de Erdogan, como puede verse en los vídeos grabados por algunos de los presentes, emplearon la fuerza bruta contra los opositores a su presidente.

La batalla campal se saldó con nueve personas heridas, una de ellas está hospitalizada en estado grave y otra permanece crítica. La policía estadounidense intentó separar a partidarios y opositores de Erdogan y acabó deteniendo a dos de los manifestantes. Estos habrían agredido a los agentes, según ha explicado Dustin Sternbeck, portavoz del Departamento de la Policía Metropolitana.

En el momento de la agresión a los manifestantes, el presidente de Turquía se encontraba ajeno a ello dentro de la residencia del embajador. Además, el Departamento de Estado ha declinado comentar el incidente.


Esta no es la primera vez que se produce un altercado con la seguridad personal de Erdogan en suelo americano. El año pasado unos de los guardaespaldas turcos agredieron e increparon a un grupo de periodistas en Washington que intentaban asistir a un acto del presidente. (La Vanguardia)