jueves, 3 de mayo de 2018

mayo 03, 2018
HONG KONG, 3 de mayo.- Si las autoridades chinas no ponen fin a su arresto domiciliario y la dejan salir del país, la poetisa Liu Xia, viuda del difunto Premio Nobel de la Paz chino, Liu Xiaobo, está dispuesta a morir en su casa.

Así lo asegura el escritor exiliado Liao Yiwu en una carta publicada hoy por el diario independiente South China Morining Post en la que el intelectual asegura que Liu le contó por teléfono que está dispuesta a morir en casa para protestar por su arresto.

Liu Xia reza al lanzar al mar las cenizas de su esposo, el disidente chino y premio Nobel de la Paz Liu Xiaobo, el 15 de julio de 2017 en la costa de Dalian, en China. (AFP)

La poetisa y artista sufre arresto domiciliario, sin haber sido acusada de ningún delito, desde que su marido fue galardonado con el Nobel en 2010, un año después de ser condenado a 11 años de prisión por “subversión contra el poder del Estado”.

Xiaobo falleció el año pasado por un cáncer de hígado que se le diagnosticó de forma tardía cuando estaba en prisión, y desde entonces han sido numerosas las voces que han pedido a las autoridades la liberación de Liu, aquejada de una depresión.

”No hay nada que temer ahora. Si no puedo irme, moriré en casa. Xiaobo ya se fue, no hay nada en este mundo para mí. Morir es más fácil que vivir, no hay nada más sencillo para mí que protestar con la muerte”, dijo Liu, en palabras citadas por Liao.

Junto con la carta el escritor Liao, quien vive exiliado en Berlín (Alemania), publicó una grabación de audio de una conversación telefónica anterior entre ambos en la que la poetisa le explica, llorando, que ya no tiene razones para vivir.

”La canciller alemana (Angela) Merkel vendrá (a China) pronto. Queremos que muchas organizaciones e individuos escuchen la voz de Liu Xia”, explicó Liao.

Según han contado los allegados a Liu Xia desde la muerte de su esposo, en julio del año pasado, ha estado aislada del mundo exterior y está tomando medicamentos para la depresión.

Liu fue vista por última vez en fotos tomadas durante el funeral de su marido y más tarde fue llevada a la provincia meridional china de Yunnan y posteriormente a Pekín, donde está su domicilio.

En este último año, numerosos intentos de medios de comunicación internacionales (entre ellos Efe) para acceder a su apartamento pequinés han sido frenados de forma brusca por un dispositivo de policías de paisano presente en la puerta y los alrededores del edificio. (EFE)

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