viernes, 18 de septiembre de 2015

septiembre 18, 2015
BANGKOK, Tailamdia, 18 de septiembre de 2015.- La inminente aprobación de la nueva ley de seguridad que apadrina el primer ministro japonés Shinzo Abe desembocó hoy en enfrentamientos a puñetazos en el Parlamento de Tokio, horas después de que miles de personas volvieran a protestar contra esta normativa.

Un comité parlamentario refrendó hoy el proyecto de ley, que se prevé que obtenga el asentimiento final en una votación ante el pleno del Parlamento dominado por la mayoría leal a Abe en las próximas horas, pese a que numerosos expertos han denunciado que la propuesta es inconstitucional.

"El partido en el poder no escucha la voz del pueblo. ¿Pensáis que podéis hacer lo que queréis porque tenéis la mayoría?", inquirió el diputado opositor Tetsuro Fukuyama en medio de la algarada que fue retransmitida por televisión a todo el país.

La inminente aprobación de la nueva ley de seguridad que apadrina el primer ministro japonés Shinzo Abe desembocó hoy en enfrentamientos a puñetazos (ansa)

La votación del comité ya había tenido que retrasarse el miércoles por la noche cuando la oposición bloqueó físicamente el acceso a la sala, mientras grupos de manifestantes se enfrascaban en pequeños rifirrafes con la policía, que acabó deteniendo a 13 personas.

La normativa expandirá la capacidad de operación del ejército local y permitiría que este apoye en conflictos bélicos a su principal aliado, EEUU, que le secunde en despliegues navales para asegurar la navegación en aguas internacionales -por ejemplo en el Estrecho de Ormuz o en el mismo Mar del Sur de China-, o para rescatar rehenes, acciones que sus oponentes prevén que llevaría irremisiblemente a Japón a convertirse en parte de una guerra, algo que prohíbe el artículo 9 de su Constitución.

La aprobación de la medida ha generado una creciente tensión política en el país, ya que los sondeos indican que la mayoría de la población la rechaza. La última encuesta difundida por el diario Asahi este lunes aseguraba que un 54% se opone a ella y sólo un 29% la secunda.

"Cualquiera que entienda los principios básicos de la constitución tiene que oponerse a esta legislación. Las cuestiones sobre su legalidad son las que están alimentado el enfado de la gente", declaró a la prensa local Aki Okuda, un dirigente del nuevo movimiento estudiantil que participa en las movilizaciones populares contra esta propuesta.

"¡Abe dimite!" o "¡No a la guerra!" eran algunos de los mensajes que portaban hoy los opositores a la medida, entre los que figuran grupos de todas las condiciones sociales. Había incluso uno de "Madres contra la guerra" en la que las féminas se personaron portando a sus bebés.

El propio Abe reconoció hace días que su proposición no ha conseguido el "apoyo popular" pero se mostró determinado a aprovechar su ventaja parlamentaria. "La gente lo entenderá cuando pase el tiempo", adujo.

Un grupo de 75 jueces retirados emitieron un comunicado el pasado día 15 en el que no sólo cuestionaban la constitucionalidad de la normativa, sino que advertían que su entrada en vigor coloca al país "en una situación de emergencia".

"Puede dañar la credibilidad y la confianza de nuestro querido país, y socavar los valores con los que viven los japoneses", se leía en el documento cuya misma difusión -en Japón, los antiguos jueces se abstienen de emitir opiniones políticas- demuestra el grado de agitación que está provocando esta iniciativa. "Tenemos que proteger la constitución", indicó Yozo Tamura, un ex miembro de la judicatura de 72 años.

El diario Asahi Shimbun dedicaba hoy su editorial a la controversia y opinaba que era muy "doloroso" constatar que "el comportamiento de la administración Abe ha agitado los mismos fundamentos de una nación que se regía por el imperio de la ley". El matutino recordó que incluso aunque Abe imponga su poder parlamentario la norma será recurrida por un grupo de expertos constitucionales y abogados que ya están preparando la petición que van a presentar ante los tribunales.(El Mundo)