domingo, 20 de julio de 2014

julio 20, 2014
ESTADOS UNIDOS, 20 de julio.- La Corte de Apelaciones del 10º Circuito considera inconstitucional prohibir el matrimonio igualitario en Oklahoma. Tras la sentencia de hace poco menos de un mes, referida a Utah, ya son dos los estados en los que este tribunal avala sentencias previas de jueces federales en ese mismo sentido, de inconstitucionalidad emitida. Eso sí, al igual que sucedió en Utah, la aplicación de la sentencia de Oklahoma se mantiene suspendida cautelarmente en espera de lo que finalmente decida el Tribunal Supremo de los Estados Unidos.


Desde que el Tribunal Supremo de los Estados Unidos declaró inconstitucional la sección 3 de la DOMA (Defense of Marriage Act, la norma que impedía el reconocimiento por parte de la administración federal de los matrimonios entre personas del mismo sexo), todas las sentencias dictadas por tribunales federales o estatales han sido favorables al reconocimiento del matrimonio igualitario. Pero muchas de ellas se han mantenido en suspenso porque los representantes jurídicos de los distintos estados han apelado. El siguiente paso era saber qué decisión tomarían las diversas Cortes de Apelaciones de los Circuitos Federales, escalón intermedio entre la justicia federal a nivel de cada uno de los estados y el Tribunal Supremo. Y ha sido el 10º Circuito el primero en mojarse, hace algo menos de un mes con la sentencia de Utah y ahora con Oklahoma.

Como sucediera con Utah, también para Oklahoma la decisión ha sido adoptada por un panel de tres jueces conformado por Carlos F. Lucero, Paul J. Kelly Jr. y Jerome A. Holmes. La sentencia (que puedes descargar íntegramente aquí), avala por dos votos (los de Lucero, ponente de la sentencia, y Holmes) contra uno (Kelly) la decisión tomada en enero por el juez federal Terence C. Kern, que dictó sentencia sobre dos casos conjuntos, el de la pareja formada por Sharon Baldwin y Mary Bishop (que denunció al estado de Oklahoma por no permitírsele contraer matrimonio) y el de Susan Barton y Gay Phillips (que habían contraído una unión civil en Vermont y solicitaron su reconocimiento en Oklahoma, donde residían). Kern consideró en su momento que la prohibición del matrimonio a las parejas del mismo sexo en Oklahoma suponía “una exclusión arbitraria e irracional de un beneficio gubernamental para un única clase de ciudadanos”  y resolvía que ”la enmienda constitucional de Oklahoma que limita el matrimonio a las parejas de distinto sexo viola la cláusula de igual protección de la Decimocuarta Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos”.

Sin embargo, y como también sucediera con su decisión sobre Utah, la Corte de Apelaciones del 10º Circuito mantiene en suspenso su sentencia sobre Oklahoma en espera de una segura apelación. Una precaución habitual en las últimas sentencias federales sobre la materia, sobre todo después de que el Tribunal Supremo de Estados Unidos suspendiera en enero la aplicación de la primera de las sentencias de Utah, la dictada por el juez federal Robert J. Shelby en diciembre. En ese breve lapso de tiempo se casaron en Utah más de 1.300 parejas del mismo sexo, cuyo matrimonio es reconocido por el Gobierno federal pero no por el propio estado de Utah (este mismo viernes, de hecho, el Supremo avalaba que Utah no reconociera estos matrimonios hasta que no hubiera una decisión definitiva sobre la materia).

Habrá que ver qué decide ahora el estado de Oklahoma, pero la apelación es desde luego segura, ya sea al pleno de los doce jueces que integran la Corte de Apelaciones o directamente al Tribunal Supremo (en Utah esta última es la vía que finalmente decidió la Fiscalía General del estado).

Más sentencias en espera de apelación

La jurisdicción de la Corte de Apelaciones del 10º Circuito está integrada por los estados de Colorado, Kansas, Nuevo México, Oklahoma, Utah y Wyoming. En Nuevo México ya es legal el matrimonio igualitario, y en los cinco estados restantes la prohibición del mismo está denunciada. La decisión en los casos de Utah y Oklahoma hace previsible un resultado positivo en todas esas demandas.

Diez son los estados donde la justicia ya ha declarado inconstitucional la prohibición del matrimonio igualitario mediante sentencias que permanecen en suspenso en espera de que se resuelva su apelación: además de Utah y Oklahoma, Virginia, Texas, Michigan, Arkansas, Idaho, Wisconsin, Indiana y Kentucky. En Ohio y en Tennessee hay sentencias que obligan a reconocer los matrimonios celebrados en otros estados, también pendientes de apelación. Ligeramente diferente es la situación en Nevada, donde la Corte de Apelaciones de 9º Circuito debe pronunciarse sobre la materia, aunque en este caso no existe una sentencia anterior que declare inconstitucional la prohibición del matrimonio igualitario.

En Oregón y Pensilvania, en cambio, las sentencias favorables al matrimonio igualitario adquirieron firmeza al no presentarse apelación, por lo que se han sumado ya a la larga lista de estados que permiten el matrimonio igualitario.

A la espera de que se vayan conociendo los resultados de estos procesos, los dos fallos emitidos hasta ahora por la Corte de Apelaciones del 10º Circuito suponen un avance muy importante y abren el camino para que el Tribunal Supremo de los Estados Unidos tome en no mucho tiempo una decisión que afectaría al conjunto de los estados que conforman esa nación. (Dos Manzanas)