jueves, 25 de julio de 2013

julio 25, 2013
LONDRES, 25 de julio.-Científicos británicos captaron con una técnica fotográfica cómo al morir se extiende por el cuerpo de un gusano una ola azul fluorescente, un estudio que permitiría avances en la comprensión de la muerte humana y la lucha contra las enfermedades.

El investigador de la Universidad de Londres David Gems y un grupo de colegas revelaron en un artículo publicado en la revista especializada PLOS biology (enlace) que cuando un nemátodo Caenorhabditis elegans fallece, se produce una cascada de muerte celular necrótica que genera una onda de fluorescencia azul endógena que puede ser visualizada en el microscopio.


De acuerdo con los expertos, la muerte de células individuales provoca una reacción química en cadena que conduce a la descomposición de elementos de otras células.

Los mecanismos de este tipo normalmente se registran a nivel celular, pero hasta ahora no había mucha información sobre cómo la muerte se extiende a lo largo de un organismo en el final de su vida.

Reveló el estudio que la propagación de la muerte de esos nemátodos puede verse como una onda de fluorescencia azul causada por los procesos de necrosis, muerte celular prematura, y de apoptosis, muerte celular programada.

El equipo utilizó la técnica fotográfica time-lapse, que permite mostrar varios sucesos a velocidades imperceptibles para el ojo humano, para captar el envejecimiento de células en el proceso de su acercamiento a la muerte.

Cuando los animales dejaron de moverse -les quedaban unas dos horas de vida- el equipo notó un aumento sorprendente y repentino de la fluorescencia azul. Una ola originada en el intestino se extendió por otros tejidos y se desvaneció seis horas después del deceso.

Los científicos creen que esta ola es causada por una molécula llamada ácido antranílico. (Prensa Latina)

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