jueves, 25 de julio de 2013

julio 25, 2013
ALEMANIA, 25 de julio.- El prestigioso festival Wagner de Bayreuth, consagrado al bicentenario del compositor alemán, comenzó este jueves con una función de gala en presencia de la canciller Angela Merkel y el presidente Joachim Gauck.

Angela Merkel y su marido Joachim Sauer en la inauguración del Festival de Bayreuth 2013 (Foto: Tobias Hase / EFE)

Esta cita clásica bajo el cielo bávaro atrae siempre la atención de una multitud de curiosos deseosos de ver a ricos y poderosos llegar a la célebre colina verde en cuya cima se levanta la Festspielhaus, la sala diseñada por Richard Wagner para presentar sus obras.

Es una de las escasas ocasiones de poder ver a la canciller alemana sin sus clásicos pantalones, que este jueves cedieron su lugar a un clásico vestido largo.

Para la apertura del festival -cuyos billetes se venden con diez años de anticipación- se eligió El buque fantasma, con puesta en escena del alemán Jan Philipp Gloger.

Pero el espectáculo más esperado -que debería ser el apogeo del bicentenario del nacimiento de Wagner- es la puesta en escena de la tetralogía del Anillo de los Nibelungos (El oro del Rhin, la Walkyria, Sigfrido y el Crepúsculo de los dioses), por Frank Castorf, considerado el niño terrible del teatro alemán.

A sus 62 años, este director es conocido por sus lecturas iconoclastas de los clásicos, que sistemáticamente provocan reacciones de indignación.

Prácticamente un novato en materia de ópera, Castorf tiene entre sus manos el evento más esperado en el seno de la comunidad de admiradores de Wagner con este Anillo del bicentenario.

Sin embargo sólo tuvo dos años para montar la producción -un lapso extremada e inhabitualmente corto, aún para un director de gran experiencia- dado que fue contratado tras fracasar una larga negociación con el director alemán Win Wenders.

Katharina Wagner, una de las codirectoras del festival y bisnieta del compositor, consideró el trabajo con Castorf “muy productivo”, en una conferencia de prensa este jueves por la mañana.

A su vez, Castorf señaló ante la prensa el “desafío muy particular” que representa el trabajar en la colina verde y admitió tener un carácter “irascible” y “feroz”, tal como lo señala su reputación.

El festival de Bayreuth se desarrollará hasta el 28 de agosto, con un total de 30 representaciones de siete óperas.

Además de los cuatro capítulos del Anillo de los Nibelungos y el Buque fantasma en la apertura, el programa ofrece también las representaciones de Tannhauser y de Lohengrin.

Por primera vez, la gala de apertura será difundida en directo, o en ligero diferido, en 200 cines del mundo y en la televisión pública alemana. (La Jornada)

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