miércoles, 31 de julio de 2013

julio 31, 2013
ESTADOS UNIDOS, 31 de julio.- El gobierno de Barack Obama hizo hoy pública información sobre dos controversiales programas de monitoreo electrónico, mientras el Senado inició las discusiones para modificar la Ley Patriota que ha permitido su operación.


Altos funcionarios de las agencias de inteligencia insistieron a la vez de nueva cuenta, en los beneficios de los programas, en su alcance limitado y sobre el efecto marginal que ha tenido sobre ciudadanos estadunidenses y su información personal.

“Nadie está escuchando las conversaciones de otras personas a través de este programa, dijo el Subprocurador de Justicia, James Cole, al comparecer ante el Comité Judicial del Senado.

Más aún, Cole detalló que durante este tipo de monitoreo, las agencias a cargo no colectan datos como nombres, ubicación, direcciones o número de seguridad social de las personas afectadas.

“Eso no ha pasado y nunca sucederá”, dijo al precisar que la naturaleza de estas recolecciones de información depende en la existencia de “sospechas razonables y articuladas”.

A pesar de ello el senador republicano Charles Grassley dijo que las sospechas de que el gobierno espía sobre sus ciudadanos son reales, derivadas en mucho de la naturaleza clasificada de los dos programas conducidos por la Agencia Nacional de Inteligencia (NSA).

Los programas se refieren a la recolección de datos de llamadas telefónicas y otro de acceso directo a servidores de Internet conocido como Prism, y el cual tiene alcances internacionales.

“El temor (de la gente) es que el gobierno los está espiando y viendo información de sus vidas personales”, dijo el republicano por Iowa.

El conocimiento público sobre la existencia de los dos programas fue posible a través de las revelaciones hechas por el ex técnico de la NSA, Edward Snowden, consideradas por el gobierno como dañinas a partir de sus implicaciones y repercusiones.

Al respecto el presidente del comité, el republicano Patrick Leahy inquirió a los funcionarios si el caso de Snowden ha derivado en despidos o sanciones al interior de la NSA u otras agencias.

John Inglis, subdirector del NSA dijo que hasta la fecha “nadie ha ofrecido renunciar. Todos están trabajando muy duro para entender que pasó”, señaló al reconocer que el caso evidencia fallas de control y de supervisión.

Inglis afirmó que existe una investigación en curso para determinar donde y cuales fueron las fallas que permitieron a Snowden acceder y copiar información clasificada sobre los programas, cuando se desempeño en la NSA como un contratista de la firma Booz Allen Hamilton.

Leahy coincidió con otros senadores sobre las graves deficiencias y fallas que el caso de Snowden evidenció y la necesidad de que existan mejores controles, además de una mejor supervisión por parte del Congreso.

“Una de las razones de tener esta audiencia es que van a haber algunas propuestas para cambiar la ley y queremos estar seguros de que tenemos mucha información para hacerlo posible”, dijo.

Por separado, la oficina del Director de Inteligencia Nacional hizo pública una orden de la corte secreta que otorga las autorizaciones para llevar a cabo estos monitoreos, así como documentos que detallan la operación de los programas.

El senador demócrata Al Franken cuestionó empero la decisión de hacer pública la difusión el mismo día de la audiencia al considerar que la decisión pudo haberse tomado semanas atrás, sugiriendo que esta pareció más buscar generar un efecto político y no responder del todo a necesidades genuinas de transparencia.

“Es un paso adelante, pero uno tiene la sensación de que se trata de una transparencia ejercida a conveniencia y que no genera confianza”, apuntó. (Pulso Diario de San Luis)

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