viernes, 7 de abril de 2017

abril 07, 2017
MADRID, 7 de abril de 2017.- La Policía de Suecia ha detenido a una segunda persona presuntamente relacionada con el atropello cometido este viernes en una calle comercial del centro de Estocolmo, que ya ha sido definido como un atentado terrorista, y que se ha saldado con ocho muertos y 15 heridos, según el último balance oficial. El individuo detenido es un uzbeko que mostró simpatías por el Estado Islámico (EI) en las redes sociales, informó el diario "Aftonbladet".

Fuentes policiales han indicado a la cadena SVT Nyheter la segunda detención, que habría tenido lugar en el suburbio de Hjulsta, a unos 20 kilómetros al noroeste del centro de Estocolmo. Según estas fuentes, se baraja la hipótesis de que exista un vínculo entre los dos detenidos, ambos varones.

Operativo policíaco y a la derecha el camión que embistió a la multitud. (svt.se/nyheter)

El portavoz de la Policía, Towe Hägg, no ha confirmado ni desmentido esta información, que ha salido poco después de que la Policía sueca advirtiera de que no emitiría ningún nuevo comunicado sobre el ataque hasta el sábado por la mañana.

Previamente, un hombre fue detenido en un barrio del norte de Estocolmo por su presunta relación con el ataque. Un responsable de la Policía de Estocolmo, Jan Evensson, ha confirmado que se trata de una persona que "encaja con la descripción" dada en una comparecencia previa y en la que las autoridades difundieron la imagen de una persona que consideraban "de interés" para las investigaciones.

Hägg ha confirmado también esta detención, señalando que se trata de un hombre de 39 años y residente en Estocolmo, si bien aún se desconoce su identidad.

El sospechoso, detenido en la zona de Marsta con heridas leves, habría confesado ya a las autoridades ser el conductor del camión que arrolló a un grupo de personas en la zona de Drottninggatan, según fuentes citadas por el periódico 'Aftonbladet'.

El atropello, cometido poco antes de las 15.00 horas, se ha saldado con al menos cuatro muertos y 15 heridos, según un nuevo balance confirmado por la Policía. El camión había sido robado este mismo viernes a un repartidor de bebidas y terminó embestido en unos grandes almacenes, tras provocar el caos en la zona.

La huida del conductor obligó a la Policía a activar todas las alarmas e instar a los ciudadanos a evitar la zona centro de Estocolmo --una recomendación que han repetido a última hora del día--. El transporte público también ha quedado paralizado durante horas y se ha ido reanudando progresivamente, aunque los trenes seguían sin parar en las dos estaciones más cercanas al lugar del ataque.

Terrorismo

"Suecia ha sido atacada. Todo apunta a un acto de terrorismo", ha advertido el primer ministro, Stefan Lofven, en una primera comparecencia ante los medios. Lofven ha asegurado que el Gobierno está al tanto de lo ocurrido y hace "todo lo posible" para tratar de esclarecer el incidente.

El responsable de la Policía de Seguridad sueca (SAPO), Anders Thorngren, ha afirmado en rueda de prensa que no existía ningún indicio que hiciese temer un atentado de forma inminente, aunque ha apuntado que precisamente esta semana se había ensayado "un escenario similar" al de este viernes. "La SAPO se centra en la información de Inteligencia y en averiguar quién podría estar detrás", ha añadido Thorngren, según medios locales.

El individuo, de 39 años y que oficialmente no está arrestado sino solo retenido, admitió haber tomado un tren al suburbio de Märsta, donde fue apresado al comportarse de forma "extraña" dentro de una tienda.

Según el tabloide sueco Aftonbladet, que cita fuentes sin identificar, el individuo se ha confesado culpable y además de que su rasgos coinciden con los del individuo cuya imagen había difundido horas antes la policía sueca, tenía restos de cristales en su ropa y un pasamontañas.

El uzbeko, que reside en otro suburbio de la capital, ha subido a su página en la red social Facebook vídeos propagandísticos del EI y dado a "me gusta" en una foto de personas ensangrentadas tomada después del tiroteo en la maratón de Boston (EEUU) en 2013.

Un conocido del retenido aseguró a "Aftonbladet" que no creía que éste pudiera ser el autor del atropello y dijo que era un trabajador de la construcción con cuatro hijos que nunca hablaba de política ni religión, sino de conseguir más trabajos y mandar dinero a su familia. (EP / La Información)