viernes, 7 de abril de 2017

abril 07, 2017
WASHINGTON D.C., 7 de abril de 2017.- Estados Unidos investiga si Rusia participó en el ataque con armas químicas que provocó que el presidente Donald Trump ordenara un ataque con misiles contra una base aérea siria, una revelación que pudiera tener implicaciones dramáticas para las relaciones entre Washington y Moscú.

Altos oficiales militares estadounidenses dijeron el viernes que un dron de Rusia o Siria fue visto volando sobre el lugar donde ocurrió el ataque con armas químicas poco tiempo después de los hechos hace unos días. Rusia es uno de los principales patrocinadores del gobierno sirio y desde hace mucho ha resistido los esfuerzos de Washington por sacar al presidente Bashar Assad del poder.

El gobierno de Trump ha enviado mensajes conflictivos sobre el significado del ataque con misiles para la política estadounidense sobre Siria. Funcionarios de la Casa Blanca dijeron que el ataque no es un paso a una mayor participación en la guerra civil de Siria, aunque Nikki Haley, embajadora estadounidense ante las Naciones Unidas dijo que Washington estaba preparado para tomar más medidas militares.

La embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, muestra fotos de las víctimas (ver esta nota y ésta, con imágenes) del ataque químico en Siria durante una reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, el 5 de abril. (Drew Angerer / Getty Images)

“Estamos preparados para hacer más, pero esperamos que no sea necesario”, dijo Haley en una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU.

El presidente aprobó el ataque desde la Florida, donde estaba para una cumbre con el presidente chino Xi Jinping. Trump no respondió a preguntas que le gritaron los reporteros sobre el ataque cuando se dirigía a una reunión con Xi el viernes.

El golpe militar —59 misiles lanzados desde los destructores USS Ross y USS Porter en el Mediterráneo— fue contra la base aérea Shayrat en el centro de Siria, donde funcionarios estadounidenses dijeron que habían despegado los aviones militares sirios que dejaron caer las armas químicas. Los misiles estaban dirigidos contra las pistas, hangares, torre de control y almacenes de municiones, dijeron los funcionarios.

Un portavoz del presidente ruso, Vladimir Putin, dijo que el ataque “es un golpe significativo a las relaciones entre Rusia y Estados Unidos, que ya estaban en un estado deplorable” y constituye un “obstáculo serio” a la creación de una coalición internacional contra el terrorismo.

Pero otras naciones, entre ellas, Arabia Saudita y Turquía, aplaudieron el golpe militar, que significa un apoyo a la oposición siria.

El despacho de la primera ministra británica Theresa May indicó que el ataque fue “una respuesta apropiada al bárbaro ataque con armas químicas lanzado por el régimen sirio, y tiene por fin evitar otras acciones militares”. Por su parte, Francia, Italia e Israel apoyaron también el ataque.

En Washington, líderes republicanos aplaudieron la decisión de Trump, a pesar de que el presidente lanzó el ataque sin la autorización del Congreso. El senador Mitch McConnell, líder de la mayoría en el Senado, calificó la decisión de Trump de “totalmente correcta”.

“Creo que el presidente tenia la autoridad para hacer lo que hizo, y me alegra que lo haya hecho”, dijo McConnell.

La senadora Dianne Feinstein, demócrata por California, dijo que el ataque fue “limitado pero una respuesta necesaria” y exhortó a Trump a t“desarrollar una estrategia abarcadora para poner fin a la guerra civil en Siria”.

Las fuerzas armadas sirias informaron que por lo menos 7 personas perdieron la vida y varias otras resultaron heridas en el ataque a la base aérea.

El golpe militar fue un cambio de postura significativo para Trump, quien cuando era candidato advirtió contra una mayor participación de Estados Unidos en la guerra civil en Siria, que comenzó hace 6 años. Varios de sus asesores dijeron que tomó la decisión de lanzar el ataque en parte por las imágenes de los niños que perecieron en el golpe químico.

Autoridades estadounidenses criticaron acerbamente a Rusia, que negoció un acuerdo en el 2013 con Washington para eliminar las armas químicas en Siria. El secretario de Estado Rex Tillerson, que estaba en Florida con Trump, dijo que Moscú no cumplió sus obligaciones.

“Rusia ha sido cómplice o sencillamente incompetente en su capacidad para hace cumplir su parte del acuerdo”, dijo Tillerson.

Trump había defendido una mayor cooperación con Rusia para combatir el terrorismo. La semana pasada, el gobierno de Trump dejó entrever que no estaba interesado en tratar de sacar a Assad del poder por su responsabilidad en un conflicto que dejado cientos de miles de muertos y ha llevado a la peor crisis de refugiados del mundo desde la Segunda Guerra Mundial.

Funcionarios de la Casa Blanca dijeron que la decisión de Trump envía un mensaje claro a Assad, aunque han seguido evitando pedir por lo claro que deje el poder.

Autoridades norteamericanas presentaron el ataque como una respuesta apropiada y mesurada, y dijeron que no significa un cambio más amplio en la postura del gobierno de Trump sobre el conflicto sirio. Pero pudiera haber otros problemas. Rusia tiene personal y aviones militares en Siria, y también hay fuerzas iraníes en el terreno ayudando a Assad en el combate de grupos de oposición que desean derrocarlo. (Julie Pace, Vivian Salma y Lolita C. Baldor / AP)