jueves, 19 de febrero de 2015

febrero 19, 2015
MÉRIDA, Yucatán, 19 de febrero.- El mal diseño en los sitios de plantación de los árboles, una mala elección de las especies y el excesivo corte de raíces para la protección de los cimientos de las viviendas y de la carpeta asfáltica, entre otros factores, hacen disminuir la superficie de cobertura vegetal en las principales ciudades del Estado y ponen en riesgo la sustentabilidad y calidad de vida de los yucatecos, advierte el diputado local Giovani Canto Gómez.


De acuerdo con el presidente de la Comisión de Medio Ambiente del Congreso del Estado, el desmonte de terrenos para la construcción de viviendas y otras edificaciones, la apertura de vías de comunicación, la tala por enfermedades o vejez y las podas para proteger la red de electrificación o garantizar la visibilidad de los negocios, edificaciones y demás infraestructura urbana contribuyen también a la pérdida de área verdes.

En ese sentido, el doctor Canto Gómez presentó una iniciativa de ley que busca brindar a las autoridades y a la sociedad un instrumento legal que sea eje rector para crear una nueva cultura de arborización urbana para el Estado.

—Para frenar el deterioro del arbolado urbano es necesaria la acción conjunta de los tres órdenes de gobierno, los sectores civiles, universitarios y de la sociedad en general —considera el legislador—. La planificación urbana debe integrar el árbol en su contexto y no minimizar el valor social, las múltiples ventajas y los servicios ambientales que nos otorgan.

A pregunta expresa, el diputado local indica que no todas las especies presentes en la ciudad son las adecuadas, y que su plantado no ha sido el óptimo, ya que una parte de éstas se encuentra en lugares no propicios, levantando banquetas o interfiriendo con los cableados de luz, teléfono o televisión restringuida.

—También es de suma importancia revertir el modelo actual de plantación urbana, con especies introducidas, ya que éstas se siguen utilizando de manera frecuente, posiblemente por ser de fácil propagación, rápido crecimiento o simplemente porque se siguen plantando árboles a partir de semillas colectadas de los ya existentes.

—En las calles de Mérida es frecuente observar especies introducidas de África y Asia, principalmente. Ejemplo de ello son el flamboyán, la lluvia de oro y el laurel —explica—. Pero hay que reconocer que muchas de ellas ocasionan daños a la infraestructura urbana.

—Por ejemplo, el crecimiento de las raíces del laurel excede el ancho promedio de las banquetas y camellones y requiere de podas constantes, de modo que no es un árbol que se pueda adecuar fácilmente al sitio de plantación.

La iniciativa tiene como antecedente el Reglamento de protección al ambiente y equilibrio ecológico del municipio de Mérida. (Boletín)