jueves, 5 de septiembre de 2013

septiembre 05, 2013
Historias de reportero | Carlos Loret de Mola Álvarez | 5-IX-13

La mañana de ayer fue otra vez de rebelión entre los senadores del PAN. Se convocó la reunión para acordar cómo votarían la Ley del Servicio Profesional Docente, el corazón de la reforma educativa, que les había llegado de los diputados.

El encuentro no fue fácil para su coordinador, Jorge Luis Preciado. Su plan era aprobar junto con el PRI la minuta sin cambios y rápido. Pero hasta su gran aliado, el senador Javier Corral, estaba en desacuerdo. No se diga los afines al ex coordinador parlamentario Ernesto Cordero.

Para zanjar estas diferencias la bancada panista llegó a un acuerdo: sufragarían a favor la Ley en lo general, pero se “reservarían” cuatro artículos para que se analizaran y votaran en lo particular.

Tales cuatro artículos tenían que ver con que fueran públicos los resultados de los exámenes de los maestros, que los profesores actuales también fueran despedidos si reprueban la tercera evaluación y que no se esperaran dos años para quitar a las escuelas normales el monopolio de formar futuros educadores.



La “reserva” de estos cuatro artículos sería meramente testimonial puesto que PRD, PT y Movimiento Ciudadano estaban resueltos a boicotear la reforma educativa; y si la oposición al PRI no se une en el Senado, el PRI gana.

Sin embargo, en la madrugada, sucedió algo inesperado.

Cuando se estaban votando los cuatro artículos reservados por el PAN… ¡PRD-PT-MC votaron junto con el PAN! Sí. El PRD, en su afán de oponerse, votó en contra y al hacerlo en lugar de abstenerse, se sumó al PAN.

En el tablero del Senado empezaban a emparejarse los sufragios a favor y en contra. ¡Parecía que la reforma educativa podría no ser avalada completa sino regresarse a la Cámara de Diputados!

Faltaban treinta segundos para que se cerrara la votación y el coordinador del PAN, Jorge Luis Preciado, en su curul ubicada hasta adelante, no había emitido su sufragio. Tampoco su número dos, José María Martínez. “¡Senador Preciado, vota con tu bancada, no nos traiciones!”, le gritó desde atrás Ernesto Cordero, sospechando que votaría con el PRI para evitar que se retrasara la aprobación de la reforma educativa. Al escuchar el grito, el líder del PRI, Emilio Gamboa, volteó hacia el panista y le espetó: “¡Se vale, Cordero, se vale!”.

Preciado no tuvo que votar en sentido contrario a su bancada, si es que pensaba hacerlo. Cinco senadores del PAN… ¡se ausentaron! Cuatro de ellos, súbitamente:

La coahuilense Silvia Garza, el aguascalentense Fernando Herrera, el yucateco Daniel Ávila y el tamaulipeco Francisco García Cabeza de Vaca. A ver cómo les va con sus compañeros cuando los vuelvan a ver. (La quinta falta fue por la nayarita Martha Elena García, inasistencia calculada por una quimioterapia).

El cuadro se completó porque se ausentó también la ex priista ahora petista tlaxcalteca Martha Palafox. Y porque votaron con el PRI-PVEM-Panal los petistas David Monreal de Zacatecas y Marco Antonio Blásquez de Baja California, y el perredista hidalguense Isidro Pedraza.

El marcador: 63-57. Y se aprobó la reforma educativa.

0 comentarios:

Publicar un comentario