domingo, 1 de noviembre de 2015

noviembre 01, 2015
Pedro Echeverría V.

1. No sé cuál es el objetivo de la visita oficial del presidente cubano Raúl Castro a México ni de qué podría conversar con el presidente Peña Nieto en la ciudad de Mérida, Yucatán. Dos países más que jodidos por el imperio yanqui y al parecer con diferentes ideas acerca del futuro. Peña pensando exclusivamente en cómo servir mejor a los EEUU y Castro clavado en que los EEUU decreten la total apertura de sus fronteras con Cuba y la intensificación de relaciones. Coinciden en que EEUU es su salvación. ¿Buscarán apoyo mutuo para suavizar a EEUU?

2. Hace ocho años, en 2007, dos presidentes asesinos –Bush por EEUU y Calderón por México-se reunieron en Yucatán con el fin de firmar la llamada “Iniciativa Mérida” que resultó un acuerdo militar de apoyo de Bush al gobierno de Calderón. En Yucatán no sabíamos a qué venía Bush, pero pronto supimos que venía a dar instrucciones a México para combatir lo que ellos llamaron -y siguen persiguiendo- “terrorismo”. Por cierto, después de ocho años, el gobierno de EEUU le ha negado ayuda a Peña, por estarla usando para incrementar la delincuencia.

3. Lo que no se ve en Mérida con la visita de Castro el día cinco de noviembre, es el establecimiento de un Estado militar de sitio como se hizo en 2007. Desde diez días antes los soldados yanquis y mexicanos comenzaron a ocupar los techos de los edificios, todas las calles del centro histórico y a pasear sus camiones militares por el centro para intimidar a los meridanos. Se ocupó toda la zona rural que rodeaba la exhacienda henequenera de Temozón Sur y a sus habitantes fueron encerrados en un área. A mí me encantó la provocación.

4. Pudimos reunir a más de tres mil estudiantes y sectores populares en el parque de Santa Ana y hacer tres o cuatro manifestaciones de protesta en la avenida Montejo, la calle 60 y la plaza principal. Le mentaban a la madre a Bush y le gritaban al papá de Calderón “porque no había usado condón” y a la señora Hinojosa “por qué había parido esa cosa”. Quizá no habíamos logrado en Mérida manifestaciones tan combativas porque además veníamos de las protestas contra el alza del precio de los autobuses. Terminó con una feroz represión contra nosotros el 13 de marzo.

5. Desafortunadamente Cuba está de caída después del brutal bloqueo que sufrió de los EEUU durante más de 55 años. Si Fidel Castro hubiese venido de visita a México o Yucatán en sus primeros 10 años de gobierno su recibimiento hubiese sido apoteósico porque además era el más importante luchador revolucionario antimperialista de América; hoy cuando llega Raúl –el indiscutible segundo hombre (por encima del Che y Camilo) de la Revolución cubana y compañero de Fidel desde el Asalto del cuartel Moncada en 1953- la situación ha cambiado.

6. La izquierda radical mexicana sólo fue fidelista y guevarista en los primeros 10 años de la revolución cubana; luego el apoyo a la revolución continuó pero no que el ímpetu de los años en que la revolución apoyaba las guerrillas de Guatemala, Perú, Venezuela, Colombia, Bolivia. Realizamos en México en aquellos años más de 100 manifestaciones antiyanquis y de apoyo a Cuba en aquella década porque significaba el “único faro de libertad en América”. Pero los yanquis la pisaron del cuello en 1962 y prohibieron que otros países comerciaran con ella.

7. En Yucatán, a cuatro días del arribo de Castro, no se sabe ni siquiera el itinerario. Pero para el gobierno mexicano nunca ha sido un problema reunir gente para dar bienvenidas oficiales. ¿Puede olvidarse que el PRI en menos de una hora puede organizar un “acarreo” de gente como lo ha hecho desde hace 80 años? En este caso le basta con ordenar a la SEP, respaldada con 100 activistas, la organización una movilización con 500 autobuses y ya. ¿Será tan necesaria la visita a este “patio trasero del imperialismo”, que no pudo arreglarse por teléfono?

8. Por ello me pregunto, ¿dé qué van a hablar en palacio de gobierno, en hoteles de lujo y en una exhacienda? ¿Discutir ideologías? ¿Hacer repasos históricos? ¿Hablar de inversiones? En México hay muy pocos cubanos viviendo y en Yucatán menos. México y Yucatán han sido lugares de tránsito ilegal de cubanos hacia EEUU y a principios de los años 60 hacendados y banqueros alemanistas del “Frente Cívico de Afirmación Revolucionaria”, tales como Omar Díaz, mantuvieron a cientos de exiliados o “gusanos” en los terrenos de las haciendas Petcanché y Chichí Suárez. (1/XI/15)