jueves, 29 de marzo de 2018

marzo 29, 2018
Pedro Echeverría V.

1. Gracias a La Jornada Maya pude ver una denuncia contra el gobierno del estado de Yucatán y la desaparición o posible desvío de 33 millones de pesos; cosa muy rara en Yucatán donde parece que todo está bien, en paz, el pueblo está contento y, aunque la mayoría sufre miseria y hambre, nadie protesta ni sale a la calle. Yo he tratado de demostrar, con suficientes datos y argumentos, que Yucatán es el estado más pacífico y menos participativo en política de la República por su formación histórica, la religión y el carácter de su gente que demuestra que “no pasa nada”.

2. Hasta 1965 sólo habían dos periódicos diarios: uno del gobierno y el PRI (Diario del Sureste) y otro de carácter privado religioso, de derecha, que hacía propaganda al PAN. Hoy están registrados aproximadamente ocho de la derecha, comerciales, con algo de sexo, pero sobre todo con nota roja y policiaca. La Jornada Maya apenas lleva dos años buscando cómo abrirse camino en los tres estados del Sureste: Yucatán, Campeche y Quintana Roo. La radio es más bien comercial y la televisión repetidora de Televisa y TV Azteca.

3. Dado que no ha habido desarrollo político y la vida universitaria está encerrada en sus aulas llena de religión, memorización y dogmas, los debates ideológicos  y actos políticos son casi inexistentes. La fundación del PAN en 1939 le comenzó a dar juego político al PRI; sin embargo el panismo sólo apareció cuando la reforma de 1964 creó los diputados de partido y en 1968 apareció el primer alcalde municipal panista en Mérida. Luego el PAN –siempre subsidiado por el PRI- obtuvo nuevamente la presidencia municipal en 1988.

4. El dominio absoluto del PRI en todo el país, en Yucatán en particular, extendió la despolitización, el desinterés por conocer lo que sucedía en México. El Diario del Sureste se repartía gratuitamente en todo el estado como si fuera un boletín del PRI y el Diario de Yucatán, que siempre asumió su crítica derechista y religiosa contra el gobierno, se vendía muy poco en el estado y casi todo se consumía en Mérida que se desarrolló como una ciudad muy de derecha. Aunque de izquierda,  estuve en él 12 años como articulista, tal como también estuvo también mi amigo Luis Javier Garrido.

5. La realidad es que denuncias concretas, a fondo, contra los gobiernos del estado de Yucatán, ha habido pocas. A mí, particularmente, poco me ha interesado porque Yucatán en economía y en política ha tenido escasa importancia; mis artículos son 80 por ciento de carácter nacional y 15 por ciento internacionales. Pareciera que en Yucatán no pasa nada y los gobiernos hacen lo que les da la gana. Pero hoy, con la aparición de Mayaleaks y sus denuncias, las cosas pueden cambiar. Las denuncias contra el gobernador del PRI y los gigantescos salarios de la anterior gobernadora, Ivone Ortega, pueden ser importantes para movilizar a la gente. (29/III/18)

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