miércoles, 2 de abril de 2014

abril 02, 2014
En vista de los recientes acontecimientos y ante el nulo pronunciamiento de la autoridad educativa sobre el receso escolar de julio vale la pena analizar la viabilidad de los cursos que se pretenden implementar. 

Teniendo como punto base la calidad educativa por la que se pugna en los diferentes apartados de la nuestra ley, es pertinente analizar si las condiciones están propicias para ello. Para que un curso (de cualquier naturaleza) sea provechoso y productivo debe de tener muy en cuenta el factor humano, es decir, la disponibilidad y la actitud positiva del participante. Sin lugar a dudas el profesor en pleno julio desea pasar el tiempo con su familia y seres queridos para recargar energías para el nuevo ciclo escolar que comienza.

Sería mejor buscar los planteles educativos que presentan tales deficiencias (el INEGI en su último censo reportó que hay muchas carencias en mobiliario, pizarras anticuadas, ventanas en mal estado, bardas destruidas, baños insalubres, torres sin Internet, etc.) y enfocar todas las baterías para buscar mejorar sus condiciones. 

En primer lugar, está la mejora de las condiciones físicas de los planteles dándoles mantenimiento, señal de Internet para los trabajos que se hacen en las diferentes plataformas, la ayuda psicológica y social de los alumnos que presentan problemas en casa. Lo complejo de la baja calidad educativa requiere de un ataque frontal multidisciplinario.

La Red de Maestros de Yucatán se manifiesta en contra de simplismo, es decir, de reducir a un curso o la entrega de un equipo como una panacea a la solución de los problemas educativos, pugna por el establecimiento de una red de ayuda y del cumplimiento de compromisos y acuerdos con los maestros, evitando por todos los medios la unilateralidad, que es lo mismo que autoritarismo.

- Red de Maestros de Yucatán