martes, 10 de enero de 2017

enero 10, 2017
MÉRIDA, Yucatán, 10 de enero de 2017.- Las bacterias marinas, así como diversas microalgas de la zona costera de Yucatán, pueden ser fuente de energía en tanto que muestran potencial para la degradación de materia orgánica e hidrocarburos y destacan por su capacidad para generar energía eléctrica a partir de la remoción de compuestos orgánicos y sulfato.

Por ello, investigadores de la Unidad de Energía Renovable del Centro de Investigación Científica de Yucatán, A.C. (CICY), así como del Cinvestav-Unidad Mérida y del Ecosur Chiapas, estudian el potencial energético de los microorganismos, partiendo del conocimiento de la identificación de bacterias y microalgas marinas.


Al respecto, la Dra. Ruby Valdez-Ojeda, investigadora de la Unidad de Energía Renovable del CICY y líder del proyecto, explicó que las condiciones de la costa son propicias para la proliferación de microorganismos debido la acumulación de residuos orgánicos que impera en la zona. Por ello, escogieron tres zonas de estudio: los puertos de Sisal y Dzilam de Bravo, ubicados en la desembocadura del anillo de cenotes en Yucatán, y Progreso, que por su intensa actividad turística es atractivo para la proliferación de microrganismos.

“Las descargas al acuífero provenientes de las actividades antropogénicas, turísticas y pesqueras enriquecen los sedimentos y el agua con nutrientes (carbono, nitrógeno, fósforo, sulfato, entre otros) suficientes para la proliferación de microorganismos”, indicó.

El estudio de caracterización fisicoquímica del hábitat de los microorganismos se condujo en épocas de lluvias y de secas y, posteriormente, estos se cultivaron en condiciones adecuadas para evaluar su potencial para producir bioenergía.

Los investigadores hallaron que las bacterias sulfato reductoras (BRS) además de producir sulfuro de hidrógeno, un gas comúnmente aprovechado en biorremediación para la recuperación de suelos y aguas con exceso de sulfato y/o materia orgánica o para la remoción de metales en suelos mineros, también tiene la capacidad de generar energía eléctrica a partir de la remoción de compuestos orgánicos y sulfato a través de celdas de combustible microbianas (CCM). Asimismo, se han identificado taxonómica y morfológicamente diversas especies de microalgas, cuya producción de triacilglicéridos es atractiva para la creación de biocombustibles.

La investigación también se centra en la construcción de bibliotecas metagenómicas de dichas bacterias sulfato reductoras y microalgas marinas capaces de generar energía.

Derivado del desarrollo del proyecto, apoyado en la convocatoria de Ciencia Básica del Conacyt, se publicó un primer trabajo titulado: “Characterization of five fresh water microalgae with potential for biodiesel production” y se preparan tres publicaciones adicionales. (DHTN-ECL-GHM / Comunicación Institucional CICY)