viernes, 1 de julio de 2016

julio 01, 2016
Bajo Reserva Exprés y Bajo Reserva / Periodistas El Universal

Los dirigentes de la corriente Nueva Izquierda del PRD, Los Chuchos, se dieron un balazo en el pie, con la lista de consejeros para la elección del presidente interino del partido.

Nos informan que en el listado de consejeros nacionales aparecen Alejandra Barrales y Héctor Serrano como integrantes de Nueva Izquierda. Sin embargo, hoy sabemos que Serrano opera para el jefe de Gobierno de la Ciudad de México y que es uno de los principales promotores de Barrales, para que ella ocupe la presidencia del partido.


Usted se preguntara, ¿por qué si son de Nueva Izquierda juegan en contra de Nueva Izquierda?

Sencillo, Serrano y Barrales fueron registrados como consejeros de Los Chuchos pero por las vueltas que da la vida están jugando contra Los Chuchos y con otros actores amarillos para ganar la elección interna, nos explican.

El problema ahora es que al hacer sumas y restas, las corrientes del sol azteca no saben quién juega con quién. Lo único cierto, es que la corriente de Jesús Ortega parece haberse dado un balazo en el pie ante la elección de nuevo dirigente, programada para este fin de semana.

Guerra sucia contra Angélica Rivera


Desde la oficina del Sistema Nacional DIF se ha identificado una estrategia de ataques en redes sociales contra la presidenta del organismo, Angélica Rivera de Peña. El jueves, nos comentan, se difundieron dos mensajes que buscaron involucrar a la primera dama. En el primero de ellos, colocado en YouTube y replicado en diversas cuentas de Twitter, se aseguraba que Rivera tuiteó que los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación son “indios revoltosos”. En el segundo se afirmaba que doña Angélica fue objeto de protestas públicas durante su estancia en Sinaloa. En las redes sociales de la esposa del Presidente no aparece ningún mensaje en el que se refiera a la CNTE. Y en su equipo de trabajo confirman que ella estuvo trabajando ayer en sus oficinas, principalmente en actividades del DIF. Desde luego, no pudo ser objeto de reclamos en Sinaloa, nos comentan.

Mete la mano Gil en caso Veracruz

El presidente del Senado, el panista Roberto Gil Zuarth, tiene línea directa con actores importantes del gabinete presidencial y la ha utilizado para llamar la atención sobre los acontecimientos en Veracruz, donde integrantes de la organización 400 Pueblos atacaron el miércoles al dirigente nacional del PAN, Ricardo Anaya; al gobernador electo veracruzano, Miguel Ángel Yunes Linares, y al ex secretario de Gobernación, Santiago Creel Miranda. Por lo pronto, don Roberto comentó que el gobierno federal había detenido la votación de un fiscal anticorrupción estatal propuesto por el Ejecutivo estatal Javier Duarte, antes de los hechos violentos en Xalapa. Ese era un reclamo de los dirigentes panistas. ¿Metió la mano don Roberto?

Golpeteo entre Chuchos y Mancera

Después de que los dirigentes de Nueva Izquierda del PRD exigieron en entrevistas en las páginas de EL UNIVERSAL a Miguel Ángel Mancera que se afilie al partido y se forme si quiere ser el candidato presidencial perredista para 2018, se alteraron con la respuesta del jefe de Gobierno de la CDMX: no lo haré. Pero, nos explican, el balde de agua fría para Los Chuchos provino de la mano de Héctor Serrano, secretario de Movilidad capitalino, quien anda muy movido para promover a Alejandra Barrales en la sucesión anticipada de la presidencia perredista. El remate al grupo de Jesús Ortega se dio con la declaración de don Miguel Ángel, quien sin ser militante, dijo que Barrales, su secretaria de Educación, es la mejor opción para dirigir los destinos amarillos. Los Chuchos traen ahora pleito casado con Mancera y con Serrano, “su achichincle”, así lo califican, así se llevan.

Galimorenos y galiverdes

Ahora que el diputado Guadalupe Acosta Naranjo pidió al PRD que le den registro a sus Galileos como corriente en el partido, perredistas se preguntan si también va a aceptar como afiliados a algunos miembros de Morena, del PAN y del PVEM. Acosta Naranjo se ha dedicado a sumar adeptos porque, asegura, se trata de una corriente de pensamiento —no se ría, eso dice—. Tras su pleito con Los Chuchos, que chocaron por las decisiones electorales que se estaban tomando en la mesa, el galileo mayor ganó simpatías entre diputados del PVEM, Morena y hasta del PAN. Ahora la broma que se juegan entre ellos es que dentro del grupo hay Galimorenos, Galiverdes y hasta Galipanistas. ¡Ah, qué don Lupillo!