martes, 28 de junio de 2016

junio 28, 2016
Pedro Echeverría V.

1. Pienso, y quizá lo podría demostrar, que las revoluciones francesa, rusa, china y cubana no dialogaron ni negociaron; fueron radicales hasta derrotar a sus enemigos los explotadores y opresores. Luego, por todos los bloqueos imperialistas y de sus burguesías, al no poder derrotarlos, tuvieron que negociar y obligarse a cambiar el rumbo revolucionario. Cuando se negocia –desde una posición de debilidad- se termina siendo derrotado. Las negociaciones son muy “civilizadas” para las clases dominantes, pero la mayoría de las veces desmovilizan a los trabajadores y eso es la muerte. En dos sesiones de “dialogo” no se ha avanzado nada; parece que Gobernación se está burlando de la CNTE, como lo ha hecho siempre. ¿Qué esperan?

2. Lo he escrito mil y una veces: Se ha demostrado hasta la saciedad –y el ejemplo último es que los empresarios echaron abajo la ley que les perjudicaba- que basta una orden presidencial para que los poderes legislativo, judicial y de los medios de información obedezcan y se haga lo que ordena el señor presidente. Basta con que Peña Nieto ordene que salgan todos los presos, se devuelvan las plazas y se pague a los maestros sin ningún trámite o espera para que en menos de 24 horas todo se resuelva; lo demás son puras mamadas de un niño que no conoce la historia. ¿Se imaginan acaso que con el secuestro del cónsul yanqui de Guadalajara en 1973, el tal Leonhardy, tuvieran que pasar muchas horas para liberar a 30 presos? La liberación fue inmediata.

3. Para liberar a los maestros presos tienen que preguntar a insulsos abogados, pagar incluso una fianza e ir a firmar cada quincena; no jodan compañeros: no sólo deben salir inmediatamente sino incluso recibir disculpas y compensación económica por el perjuicio causado. ¿No acaso es claro entonces que en las sociedades de clases sociales quien tiene el poder manda? Los secuestradores de Leonhardy tuvieron el poder y los maestros lo tendrán mientras los bloqueos sean efectivos, sobre todo contra la economía y los medios de información que se pasan las 24 horas deformando o informando con mentiras. Así que se deje de chupadas el presidente, el secretario de Gobernación y el de Educación y resuelvan en un minuto todos los problemas.

4. Los debates para el futuro de la Educación son segunda instancia; pueden resolverse en mesas de diálogo, en foros o seminarios, durante años, llamándole reforma, cambio, revolución educativa, como se quiera; pero los presos tienen que salir absolutamente libres, sin fianzas y hasta con compensaciones y, obvio, con todos los salarios que no les han pagado. Mientras tanto, por lo menos en diez estados, incluyendo Tabasco, Veracruz, Tlaxcala, Puebla, Jalisco, CDMX y Estado de México -entre los cuatro estados más combativos- los bloqueos y manifestaciones tienen que endurecerse, intensificarse, hasta que la clase dominante resuelva todos los problemas de educación. Quizá como la cereza del pastel, también deba caer la dirigencia charra del SNTE.

5. Mucha, muchísima gente que no piensa, no razona, que sólo repite lo que ve y oye por Televisa, TV Azteca, Milenio, Tele fórmula, se declara enemiga de los maestros y las luchas sociales. Qué magnífico que en algunos estados o entidades de la República, se estén realizando bloqueos en los medios de información y que en algunas ocasiones se tomen esos medios para que los profesores puedan transmitir los mensajes y hacer llamados a las protestas. Lo malo es que en la CDMX el simple acordonamiento de maestros a Televisa, Azteca, Milenio, no es suficiente. Hay que hacer mucho más contra esas empresas televisivas porque son el veneno que funciona mejor para los que están débiles de la cabeza y les resulta difícil crear un pensamiento propio.

6. Si la gente trabajadora no tiene la suficiente conciencia y convicción para defender sus derechos que la clase poderosa y sus fuerzas armadas pisotean por todos lados, puta pues entonces no tienen remedio y hay que esperar a otras generaciones. Yo tuve las suerte de vivir dos grandes décadas (los años sesenta y setenta) de poderosas batallas y confrontaciones. Como diría el maravilloso poeta de Cocula Jalisco, Elías Nandino en su vejez: “Antes me vengaba por todo hoy no me vengo por nada”. Antes, hasta los 67 años de edad, caminaba a la vanguardia confrontándome con los pinches policías y soldados; hoy nueve años después, me siento un cobarde que no puede acompañar físicamente a los jóvenes en la lucha contra los represores y asesinos. ¡Está cabrón!

7. El gobierno de Peña Nieto, como diría un dirigente chino, es “un tigre de papel” o “un ídolo con pies de barro”; solo basta enfrentarlo y empujarlo fuerte para que se derrumbe. Lo que sucede es que esa fuerza existe pero no ha sido inteligente para formar un solo frente: Están cientos de miles de maestros, estudiantes, trabajadores, indígenas, campesinos, uno por ciento de intelectuales y hasta curas y religiosos. Por lo menos desde la imposición del neoliberalismo privatizador en 1982, los gobiernos del PRI, del PAN y en parte de su acólito el PRD, nos han estado saqueando y dejando al pueblo más miserable. Tenemos esperanzas en que los maestros de la Coordinadora sean suficientemente inteligentes para cumplir su papel de organización unitaria. (28/VI/16)