martes, 7 de enero de 2014

enero 07, 2014
SIDNEY, Australia, 7 de enero de 2014.- La organización ecologista Sea Shepherd publicó imágenes grabadas desde un helicóptero que mostraban tres ballenas muertas a bordo de uno de cinco barcos japoneses mientras una cuarta era sacrificada en una cubierta llena de sangre. Según la organización, intentó hacer maniobras para impedir la caza y ahuyentar a las ballenas. El jefe de la sección australiana de Sea Shepherd, Bob Brown, habló de “una escena cruel, sangrienta y medieval, que no tiene cabida en este mundo moderno“.

La organización sin fines de lucro Sea Shepherd Conservation Society, que se encarga de la conservación marina, interceptó cinco balleneros japoneses en el santuario de las ballenas y lanzó las imágenes de la masacre. (clic a las imágenes)

Los defensores de los animales afirmaron que habían ahuyentado a los barcos balleneros nipones que, según su versión, estaban operando en aguas australianas y también en una zona protegida de la Antártida, violando el derecho internacional.

Primeras reacciones

Las autoridades pesqueras de Japón se negaron a hacer comentarios. Un portavoz se limitó a decir que no sabía nada “de la existencia de un área de protección de ballenas”.

Sucedió en las aguas de la Antártida, en el Santuario de Ballenas del Océano Austral, una de las dos áreas en el mundo donde la Comisión Internacional de Caza de Ballenas (IWC) ha prohibido todo tipo de caza comercial de la especie.

Los barcos y el helicóptero de los activistas, dijo en un comunicado el grupo, "están persiguiendo a la flota, alejándola de los lugares en los que quiere cazar, e interrumpir su actividad ilegal, preparándose para poner fin a la matanza de ballenas ".

Japón planea matar a un millar de ballenas este año, argumentando razones de investigación científica para aprovechar una excepción a la prohibición internacional de 1986.

Según los defensores cetáceos, el objetivo de la investigación es sólo una tapadera para fines comerciales, ya que la carne de ballena no se utiliza para cualquier estudio, sino se vende como alimento.

Por su parte, el ministro del Exterior de Nueva Zelanda, Murray McCully, refutó que cazadores japoneses hayan operado en aguas territoriales de su país. No obstante, condenó la ”inútil y chocante caza de ballenas“.

Mientras, el opositor partido laborista exigió que se compruebe si efectivamente flota japonesa pescaba en aguas de su país. Según Sea Shepherd, la flota se encuentra a unos 1,700 kilómetros al norte de la estación de Scott en la Antártida. De ser cierto el dato, el gobierno debe pedir explicaciones a Japón, dijo la portavoz del partido ecologista Ruth Dyson.

“Fines científicos”

La comisión ballenera internacional puso prácticamente fin a la caza comercial de ballenas en 1986, al establecer una cuota de cero, pero Japón alega "fines científicos", algo que sí se permite de forma limitada, aunque es criticado en todo el mundo. Australia llevó a Japón por ese motivo ante el Tribunal Internacional de La Haya, cuya sentencia se espera este año.

Uno de los cinco barcos fotografiados por Sea Shepherd.
Sea Shepherd persigue e intenta entorpecer las actividades de la flota japonesa desde hace diez años y, según sus datos, salvó a casi 4,000 ballenas de los arpones. El año pasado los japoneses pudieron salvar a sólo 75 animales, la cifra más baja de una estación de caza.(Deutsche Welle / La Repubblica)