martes, 7 de enero de 2014

enero 07, 2014
CHICAGO, 6 de enero.- Nuevos estudios realizados sobre los desechos de alimentos recopilados de las cloacas de la antigua ciudad romana de Pompeya revelan que los plebeyos de la ciudad perdida tenían una dieta bastante variada. Sin embargo, en comparación con lo que estaban comiendo los nobles, sus dietas eran muy pobres. Estos últimos comían incluso jirafas y erizos de mar, según los expertos.

"El último día de Pompeya", 1830, olio sobre tela, de Karl Brjullov.

Los restos de comida fueron preservados en los desagües de Pompeya cuando la ciudad fue destrozada por la erupción del Vesubio, en el 79 d.C. Todo el asentamiento fue enterrado bajo una capa de ceniza de entre 4 y 6 metros, informa LiveScience. Muy pocas personas sobrevivieron a la catástrofe.


El análisis de los alimentos recuperados del sistema de desagüe revela que los residentes de clase media y baja tenían una dieta normal, sin alimentos lujosos. Sin embargo, los más ricos llegaban a alimentarse de carne de jirafa o erizos de mar, dicen los investigadores de la Universidad de Cincinnati, en Ohio, y su trabajo se presentó en la reunión anual del Instituto Arqueológico de Estados Unidos, en Chicago.

Según el nuevo estudio, los plebeyos de Pompeya comían sobre todo lentejas, aceitunas, nueces, pescado y carne en salazón en algunos momentos. Los restaurantes más caros de esos tiempos vendían mariscos, erizos de mar y piernas de jirafa y utilizaban especias importadas de regiones tan distantes como Indonesia. (La Repubblica / latunicadeneso.wordpress.com)