domingo, 18 de octubre de 2015

octubre 18, 2015
CIUDAD DE MÉXICO, 18 de octubre.- Un día antes de la celebración del mundial contra el hambre, se le describió como una mujer generosa, de amplia visión social, con espíritu comprometido con los valores  y el servicio. Así presentaron a la Lic. María de los Ángeles Moreno Uriegas en el evento al cual distinguidos profesionales acudieron para conocer la segunda edición de un reporte estadístico que comprende un decenio de atención a niños quemados.

Del Dr. Manuel Urbina Fuentes, se resaltó que en el año 2000, él fue un factor importante para la suscripción de un convenio con la Secretaría de Salud. El entonces subsecretario hoy jubilado y fungiendo como asesor en el campo de la planeación, la salud y la población, destacó que al ser humano no se le puede negar su capacidad de soñar aunque lograr que los sueños conviertan en acción y perseverar para que estas prevalezcan, son cualidades reservadas para personas especiales como es el caso de quienes fundaron el Instituto para la Atención Integral del Niño Quemado (IAINQ), hace 32 años.

Urbina Fuentes destacó la realidad de que mayormente los accidentes por quemaduras en niños, si bien no representan un problema ni de mortalidad ni de alta  morbilidad, estos eventos ocurren en un 90% de las veces dentro del hogar y con mayor frecuencia en hogares atrapados en la pobreza.

Capacidad de soñar y perseverancia para lograr

Las gráficas mostradas -no solo las reportadas por el IAINQ en el libro que se presentó sino las señaladas en la intervención del Dr. Urbina- ilustran casos lamentables de las condiciones que en México y el mundo afectan básicamente a la infancia, que vive tal grado de marginación lo cual evita que tengan acceso a vivienda digna, educación y por supuesto salud.

Por ese esfuerzo sostenido el Dr. Urbina felicitó a los fundadores del IAINQ, por su capacidad de de dar sentido desde 1983 a la atención integral del niño quemado, hecho que rebasa la mera intervención quirúrgica y de un peso fundamental a lo psicológico tanto para la víctima como para el núcleo familiar y social dende el accidentado se mueve.


Los datos publicados por el IAINQ, dieron lugar a preguntas interesantes del distinguido grupo de asistentes, a los cuales la Lic. Lilia Cisneros Fundadora de esta organización filantrópica contestó que uno de los programas que se están instrumentando es justamente la creación de una red de psicólogos y terapistas en varios estados de la república, para lo cual ya tiene programadas varias reuniones de trabajo en la que por supuesto se considera el tema de la erradicación de la pobreza como un factor de prevención.

Por su parte el lic. José Álvarez Icaza, tesorero de la Junta Directiva, adelantó que se ha convocado a donantes que apoyarán a jóvenes creadores, para la utilización de herramientas digitales, en los cursos que hasta hoy han sido básicamente presenciales.

Este esfuerzo, dijo Álvarez Icaza, nos permitirá llegar a varios estados de la república donde la gente está ansiosa de convertirse en promotor y multiplicador de la prevención de quemaduras en niños.

Lugo de felicitar y dar diplomas a las voluntarias que apoyaron al evento; los asistentes, departieron en el exterior del salón 118 del Centro Universitario México (CUM), desatancado el comentario del lic. Carlos Viñamata Paschkes especialista en patentes y marcas quien dio cuenta de la actualización de marcas de la institución tanto en el tema de logotipos, diseños y contenidos de cursos, pues lamentablemente ha habido intentos de piratería de estos materiales lo cual, -dijo, es grave en dos sentido el primero porque se trata de violaciones a la ley; y  segundo porque quien esto hace al no estar entrenado provoca mas daño que beneficio a los niños y sus familias.

Los miembros del patronato agradecieron al Lic. Viñamata y otros ahí presentes, su donativo de talento al ofrecer apoyo legal pro-bono a la institución.

Se destacó la presencia del Lic. José B. Pontones, quien fue presidente del patronato en el año 2004, así como al pastor David Silva, las hermanas Nancy y Liz Cano, Alberto Cruz León, y a Pablo Campos, todos ellos benefactores permanentes del IAINQ.