domingo, 18 de octubre de 2015

octubre 18, 2015
MÉRIDA, Yucatán, 18 de octubre.- Respecto a la elección del Comité Ejecutivo Estatal (CEE) de Morena, celebrada el pasado sábado, se comenta que...

Mario Mex Albornoz no surgió de la nada. El resultado final de la renovación del CEE se orquestó para calmar a los militantes que amenazaron con denunciar ante las instancias partidarias y hacer públicas ante los medios de comunicación las irregularidades en el proceso si Ernesto Mena Acevedo quedaba a la cabeza del partido en la entidad.

Comité Ejecutivo Estatal de Morena para el período 2015-2018 (foto: cortesía)

¿Por qué Mex?

Desde que hubo problemas con Lynda Quiroz Zavala, anterior presidenta del partido, Mex fue uno de tantos que se alinearon en torno a ella a raíz del conflicto interno con su padrastro, Antonio Figueroa Jiménez.

De hecho, Lyndia Quiroz le dio a ese grupo una casa que se ubica a media cuadra de la Ermita de Santa Isabel. Georgina Piña Acosta, Jorge Luis Sánchez, Miguel Pinto, Bruno Gabriel Carballo, Manuel Ramos y el propio Mario Mex, todos afines a Figueroa, fueron parte del mismo.

Se hablaba de dos sedes del partido, el de la Ermita y el de Mejorada, que es la oficial. Se hablaba también de dos grupos fuertes y rivales, el de Figueroa y Lyndia y el de Katia Meave Ferniza (delegada del partido), Roger Aguilar Salazar (ex secretario general) y Oscar Brito Zapata (ex secretario de comunicación), entre otros, pero cuando las elecciones generales de 2015 se acercaron, las aspiraciones entraron por las venas de muchos (sin antes saber que las candidaturas iban a ser insaculadas) y se empezó a desintegrar el grupo que se reunia en Santa Isabel para aglutinarse en torno a Jorge Luis Sánchez, dejando solo a Figueroa y dándole la espalda.

Consideraron que, como Lyndia estaba suspendida de sus derechos al igual que Figueroa y no habia futuro en ese grupo, era preciso acercarse, para luego diciplinarse, al esqueleto del Comité Estatal que quedaba, ya que Georgina era Consejera Estatal y Jorge Luis era secretario de Jóvenes.

Esto lo hicieron con el afán de debilitar al grupo de Brito, que todo el tiempo estuvo disciplinado a Katia y eso lo hacia avanzar un poco mas rápido, o al menos eso pensaban ellos.

Pues ese grupo terminó aún más disciplinado que el de Brito. Casi todos recibían un apoyo económico y Mex estaba un poco cansado de andar sin poder encontrar trabajo, hasta que en la sede encontró "un apapacho" y un respirar profundo.

Así se fueron colocando ante los pocos dirigentes del partido, ante Katia y el secretario general, que sólo era de nombre. Ese grupo traicionó a Figueroa, hasta después hacían como que ni lo conocían.

Al querer imponer a la fuerza Ernesto Mena, es evidente que hubo entendidos con los distintos grupos para disciplinar a sus consejeros y poner a uno no muy obvio, y el menos obvio en ese asunto de la fidelidad a Antonio Figueroa es Mario Mex.

Tal vez los que sí fueron electos democráticamente fueron las demás secretarías, pero la Presidencia, la Secretaría General, la de Organización y Finanzas fueron previamente acordadas.

La fuerza de los grupitos se vio claramente. Es cierto, el voto fue secreto, pero no fue libre. La inducción y la coacción existió.

Chamaquearon al pobre Mena. Se confió.