jueves, 22 de enero de 2015

enero 22, 2015
Por: Miguel A. Sangineto*

Hoy escribía una columna de opinión, sobre la República y la Democracia, avanzaba a paso firme, hasta que un amigo me envió un link para que leyera un artículo publicado en un portal de noticias, y le diera mi opinión.

Rolando Zapata durante su segundo informe de gobierno (foto: JMRM)

Cuando vi quien firmaba, me di cuenta que sería muy aburrido leerlo. Porque cuando el autor del artículo en cuestión escribe, siempre se pinta solo, y no es que pinte mal, si no que siempre pinta con el mismo color, y eso aburre.

El artículo habla sobre el segundo informe del gobernador Rolando Zapata Bello, y obviamente pondera el discurso del mandatario estatal, y su actuar en estos dos años.

Habla de la oposición –PAN- y señala textualmente…”En la derecha siguen pensando que es mejor “enseñar a pescar que dar el pescado””. Y permítanme detenerme aquí.

La frase original es “Dale un pescado a un hombre y comerá un día, enséñale a pescar y comerá todos los días”. Así reza un proverbio chino cuya sabiduría es innegable cuando aconseja que a los hombres y mujeres de un país o región, se les debe enseñar a trabajar para que puedan procurarse sus alimentos todos los días. Hay otras frases, no menos conocidas al respecto, como… “no le barras la banqueta a la gente, enséñale a barrer, o regálale una escoba”, etc.

Nadie está en contra de que un periodista pondere abiertamente la labor del Gobernador, claro que no, es su derecho. La libertad de expresión nos lleva a eso. La diversidad de opiniones nos hace comprender que el negro, no es en sí negro, sino un gris más oscuro.

Pero en lo que se refiere a la definición de este proverbio chino, no sólo la oposición piensa así, sino TODO el mundo.

No debemos insultar la inteligencia de los lectores con lo que escribimos. La historia se escribe sobre hechos, no cambiando la definición de las cosas.

Frases como éstas, hay muchas. Pero el significado es el mismo en todas partes. Enseña, da herramientas, ayuda a la gente a crecer, pero no des dádivas, esas son pasajeras y no conducen a ningún lado, sino a más de lo mismo.

El Apóstol Pablo en la 2da. carta a los Tesalonicenses -3:6-12 habla sobre el deber de trabajar.

6 Pero os ordenamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que os apartéis de todo hermano que ande desordenadamente y no según la enseñanza que recibisteis de nosotros. 7 Vosotros mismos sabéis de qué manera debéis imitarnos, pues nosotros no anduvimos desordenadamente entre vosotros 8 ni comimos de balde el pan de nadie. Al contrario, trabajamos con afán y fatiga día y noche, para no ser gravosos a ninguno de vosotros; 9 no porque no tuviéramos derecho, sino por daros nosotros mismos un ejemplo que podéis imitar. 10 Y cuando estábamos con vosotros os ordenábamos esto: que si alguno no quiere trabajar, tampoco coma. 11 Ahora oímos que algunos de entre vosotros andan desordenadamente, no trabajando en nada, sino entrometiéndose en lo ajeno. 12 A los tales mandamos y exhortamos por nuestro Señor Jesucristo que, trabajando sosegadamente, coman su propio pan.

Podemos estar o no estar de acuerdo con las políticas de un gobierno. Podemos criticar o adular. Lo que no podemos hacer es pretender cambiar la lógica de las cosas para denostar a quien no está de acuerdo con algo, llámese como se llame, o sea del color que sea.

Somos libres de decir lo que queramos, claro, es un derecho. Podemos hablar bien o mal de alguien, pero en el periodismo lo que digas lo tienes que fundamentar, con testimonios o con investigación. En los tiempos que vivimos, ya no es suficiente un dedo acusador o una frase con definición distorsionada.

*Miguel A. Sangineto: Periodista, investigador y documentalista. Fue catedrático en la Universidad Regional del Norte (Chihuahua). Director de Noticias de Canal 9 (Chihuahua). Socio fundador de la Agencia de Noticias Tikva teniendo como clientes a Telemundo y Milenio Televisión entre otros. Actualmente es Corresponsal en México de ABC Mundial.