jueves, 22 de enero de 2015

enero 22, 2015
Yo Soy UADY (XI)

Juan Acuesta Rodríguez

Uno de los principales costos que le pesan a la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) es el servicio médico externo, y al decir externo no me refiero al que tienen en la calle 43 entre 76 y 78, sino a las clínicas privadas, con las cuales los pagos se hacen muy onerosos, lo cual vuelve difícil que el presupuesto sea eficiente para tal efecto. Quizá una de las salidas a este problema tan fuerte económico que tiene la UADY sería crear o construir su propio hospital, en el cual los mismos académicos médicos, químicos, biólogos, odontólogos y enfermeros, y todos los relacionados con salud, tendrían la obligación de servir en determinado horario en dicho hospital.

La bandera rojinegra en la puerta del Edificio Central de la Máxima Casa de Estudios. En los recuadros, Sofía del Socorro Ayil Sierra, secretaria general de la AUTAMUADY, y el rector de la UADY, José de Jesús Williams. (Fotos JMRM / Por Esto!)

Obvio, también se abarataría el costo de los medicamentos, puesto que la Universidad licitaría las compras de los mismos. La inversión inicial sería muy fuerte, pero a largo plazo se vería el costo/beneficio de esta prestación.

Referente a la huelga. Todo trabajador tiene derecho a la huelga. Para eso están las instancias que califican si es válida o no. En el caso actual de la Asociación Única de Trabajadores Administrativos y Manuales de la UADY  (AUTAMUADY), éstos están en pleno derecho, ya que la Junta Local de Conciliación y Arbitraje calificó como válida la huelga, tras votación en que de 735 trabajadores, 709 estuvieron a favor del paro de labores, tan sólo 22 en contra y 4 anularon su voto.


Pero también existen otras instancias a las cuales la parte agraviada puede recurrir, como son los amparos y los tribunales colegiados en que ambas partes pueden acudir, unos pueden apelar y otros pueden solicitar su laudo.

Que los estudiantes resultan afectados, que los maestros se atrasan en sus programas; eso es cierto. Pero también es cierto el derecho que asiste a los empleados, en este caso administrativos y manuales, para solicitar algo que por justicia quizá les corresponda.

Que están pidiendo el 10%, también es cierto, pero sabemos que cuando hay una situación como ésta, se pide, luego se dialoga y se logra llegar a un punto donde ambas partes consiguen llegar a un acuerdo y firmar. Lo difícil en este caso es que la parte académica y la parte estudiantil se solidaricen con la parte administrativa y manual, perdiendo completamente de vista el origen de la gran mayoría de los que asisten, tanto catedráticos como estudiantes.

México es un país que tiene los gobiernos que tiene gracias a la falta de cultura ideológica y cívica de la gran mayoría de la nación. Y me salí del tema porque, si se dan cuenta, todos los gobernantes ofertan en sus campañas, llegan y se olvidan del ofrecimiento. Tenemos un país con trabajadores mal pagados, con salarios mínimos que no van acordes al costo de la vida, pero los políticos viven muy bien y muchos de ellos eran unos muertos de hambre antes de estar en la política. Y los mexicanos salen, votan y ya estuvo. Ya cumplieron. Cuando el robo está en los tribunales electorales y cuando éstos son incapaces de descalificar al candidato que fuere por recurrir a triquiñuelas al tiempo de las elecciones. Y es ahí en donde el ciudadano debe estar.

Volviendo a la UADY. Muchos de sus académicos han surgido de familias de obreros, de trabajadores, gente de escasos recursos. Pero una vez que llegan, se olvidan y empiezan a obtener buenos salarios, lo cual es válido. Pero se olvidan del origen. El rector, el actual rector de la UADY, surge de ese origen. Que se superó, qué bueno, pero olvida ese origen del cual formó parte. Muchos hijos de esos manuales llegan a ser profesionistas gracias al esfuerzo y al trabajo de esos señores, sus padres. Y esos jóvenes vivirán en el mañana de una manera distinta de la que vivieron en su origen porque se los dará su preparación y su economía.

Pero de manera particular, pienso (sé que no lo va a compartir la gran mayoría) que tanto alumnos (unos 23,000) como académicos (aproximadamente 3,200) se deben solidarizar con el movimiento de esta gente que está viviendo un momento estoico. Tenemos el movimiento en el Instituto Politécnico Nacional que, es cierto, tiene otras características, pero allí se ha demostrado el civismo de estudiantes, maestros y trabajadores de apoyo, y se han lograron grandes cosas, situaciones, que es lo que persigue el movimiento "Todos Somos Politécnico", el cual ha durado cinco meses (todavía ayer el director general del IPN, Enrique Fernández Fassnacht, declaró que "la legalidad en el Politécnico tiene que prevalecer" y dijo que no ha habido un acuerdo entre las partes para una nueva mesa de diálogo).

En la UADY, si hay que suspender vacaciones, se suspenderán las vacaciones. Si hay que prolongar las horas clase, se prolongarán las horas clase, señores. Y los académicos tendrán que demostrar por qué son académicos y los estudiantes tendrán que demostrar por qué son estudiantes. Lo curioso del caso es que lanzan a la guerra a su jurídico o su representante legal, que es Renán Solís Sánchez, el Abogado General de la UADY. Y sí es cierto, quizá no es prudente que el rector se apersone en público, pero caramba, que dé la cara a los medios; él es el rector; él es la cabeza. Que no se oculte y que se asesore de sus jurídicos antes de hacer una declaración.

Hoy nos enteramos de que hay un primer acercamiento entre el rector José de Jesús Williams y el Sindicato de Administrativos y Manuales. Nos enteramos por declaraciones que hizo a la prensa Sofía del Socorro Ayil Sierra, secretaria general de la AUTAMUADY, quien dijo que por la tarde de ayer, miércoles sostuvo una primera reunión, muy breve, con el rector José de Jesús Williams: “Ya estamos en contacto y en cualquier momento se instala una mesa de diálogo… No fijó fecha ni día ni lugar para la reunión formal, pero sí hay el ofrecimiento de diálogo… Aceptamos las propuestas de diálogo. Desde el inicio del estallamiento recalcamos que no estábamos cerrados al diálogo y ahora lo reiteramos. Tenemos el derecho de luchar por mejores salarios y eso hacemos de acuerdo a la ley. Están diciendo que recibimos más del 3.4% con la aplicación en las prestaciones, pero nos descuentan un 10% del fondo de jubilación y eso merma nuestros ingresos”. Declaraciones textuales de la dirigente sindical.

Así que de la existencia del señor rector José de Jesús Williams sabemos a través de las palabras de la Secretaria General de la AUTAMUADY. 

Ojalá este movimiento termine con bien y no con una cacería de brujas o con la liquidación conforme a la ley de tanto empleado.

Recuerdo los tiempos del “Charras”, cuando el estudiantado se solidarizó con un movimiento que era ni más ni menos la creación de sindicatos independientes, situación que le costó la vida.

Los que estuvimos en esas generaciones lo vivimos y lo recordamos.

Los jóvenes de hoy no saben quién fue Efraín Calderón Lara, mejor conocido como “El Charras”, quien emanó de esta Universidad de Yucatán cuando aún no era autónoma.

Maestros, directivos, recuérdenlo. Alumnos, entérense. Esta lucha puede ser costosa. Para algunos, económicamente; para otros, en tiempo de estudio y titulación. Pero vale la pena. Es parte de un movimiento que se está gestando primero en el Politécnico y ahora en la UADY.

Es cuanto.