lunes, 17 de agosto de 2020

agosto 17, 2020
MADRID, España, 17 de agosto de 2020.- La Casa Real ha informado sobre la nueva residencia del Rey Emérito Juan Carlos I. Desde el pasado lunes 3 de agosto, día que Zarzuela informó que el padre del jefe del Estado había salido del país, su Majestad se encuentra en Emiratos Árabes Unidos.

Según el mensaje que ha enviado la casa del Rey, es el propio D. Juan Carlos el que ha pedido que sea público el lugar de su residencia. “S.M. el Rey Don Juan Carlos ha indicado a la Casa de Su Majestad el Rey que comunique que el pasado dia 3 del presente mes de agosto se traslado a Emiratos Arabes Unidos, donde permanece en la actualidad”, finaliza el comunicado.

El Rey Emérito Juan Carlos I.

Con esta confirmación, la Casa del Rey zanja la polémica abierta desde principios de agosto, cuando los partidos de la oposición requerían a la Institución y al Gobierno que relevase el paradero de D. Juan Carlos. Durante estos últimos 15 días, la Casa del Rey había manifestado que debía ser el emérito quien comunicara la noticia, o al menos, indicarselo a Zarzuela para que informase del destino. Desde el Gobierno, que en los últimos días había sido cuestionado por ello, también se defendía el mismo argumento. El propio presidente del Gobierno así lo aseguró el pasado miércoles tras su despacho con D. Felipe en Marivent (Mallorca). “Deben de ser la Casa Real o el rey emérito quienes desvelen su paradero”. Precisamente, esta misma mañana, el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, había asegurado que desconocía el paradero de D. Juan Carlos, pero que daba por seguro que “no se tardaría ni un segundo en encontrar” si fuese convocado por la Fiscalía o por el Tribunal Supremo.

Este era uno de los destinos sobre los que estos días se especulaba en los que podía residir el anterior jefe del Estado. Los indicios apuntaban también a que había elegido la lujosa urbanización La Romana, en República Dominicana, propiedad del archimillonario de origen cubano José Fanjul, como primer destino de su nueva vida. La familia Fanjul, amigos íntimos del anterior Jefe del Estado, le habrían ofrecido un chalet en la exclusiva urbanización Casa de Campo desde el momento que supieron de sus dificultades para continuar en Zarzuela. Incluso, también se especulaba con el destino de Estoril, lugar donde el rey emérito pasó su infancia durante el exilio de su padre.

La marcha de de España del Rey Emérito no afecta en ningún caso el desarrollo de la investigaciones en las que está en curso, en concreto a la que mantiene abierta en España la Fiscalía del Tribunal Supremo, pues su situación es la misma que cuando residía en La Zarzuela. La Fiscalía del Tribunal Supremo continúa con sus pesquisas y seguirá recabando datos hasta concluir si existen o no indicios para actuar penalmente contra Don Juan Carlos. Además, a pesar de encontrarse fuera de España, estará a disposición de la Justicia sí así se le requiere. Fue el abogado del Rey Emérito el que informó que la decisión de éste era la de permanecer “a disposición del Ministerio Fiscal para cualquier trámite o actuación que considere oportuna”.

El comunicado

Era el pasado 3 de agosto cuando, tras semanas en las que el Gobierno deslizaba públicamente que era la Casa del Rey la que debía tomar una decisión sobre la situación de Don Juan Carlos, tras las informaciones sobre supuestos negocios opacos. Zarzuela emitía un comunicado firmado por el padre del Rey D. Felipe en el que se confirmaba la decisión final. “Mi meditada decisión de trasladarme, en estos momentos, fuera de España”, indicaba el padre al hijo. Con una breve misiva, culminaba un proceso llevado a cabo en perfecta coordinación entre Zarzuela y Moncloa desde que empezaron a salir a la luz las informaciones sobre quien fuera el artífice de la Constitución. El Jefe de Gabinete del presidente Sánchez, Iván Redondo, y el Jefe de Protocolo de la Secretaría General de la Casa de Su Majestad el Rey, Arturo Martínez Serrano han sido las personas de confianza de Gobierno y Casa Real respectivamente que han llevado todo un proceso que estaba decidido a principios de julio y diseñado al detalle a mediados del mismo mes.

“Con el mismo afán de servicio a España que inspiró mi reinado y ante la repercusión pública que están generando ciertos acontecimientos pasados de mi vida privada, deseo manifestarte mi más absoluta disponibilidad para contribuir a facilitar el ejercicio de tus funciones, desde la tranquilidad y el sosiego que requiere tu alta responsabilidad. Mi legado, y mi propia dignidad como persona, así me lo exigen”. De esta manera, el rey emérito explicaba los motivos por los que tomaba la difícil decisión de abandonar el país con el fin de no dañar a la Monarquía. (Rocío Esteban / La Razón)

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