miércoles, 22 de febrero de 2017

febrero 22, 2017
Edith Gómez

Visitar Yucatán no solo se trata de asombrarse de sus maravillas como lo son el cenote Ik Kil, el cenote Dzitnup y Chichen Itzá, sino también de deleitarse de su gastronomía, catalogadas como una de las más ricas del mundo. 


Es impresionante la variedad culinaria que puedes encontrar, ya sea en restaurantes, en los coloridos mercados o en alguna feria. Los sabores no dejarán de atraerte. Toda una experiencia culinaria.

La exquisita comida yucateca se basa en una mezcla de ingredientes utilizados por los antiguos mayas, sabores traídos de Europa con posteriores aportaciones caribeñas y del Medio Oriente. Cada ingrediente utilizado cautivará tu paladar. Encontrarás tomates, calabazas, pepinos y aguacates yucatecos con sabores diferentes a los que se consumen en otras partes de la República; además, frutas tropicales como la pitahaya, la guanábana o el saramuyo, que sí o sí tienes que probar.

La mayoría de los guisos se preparan con carne de puerco, pavo y mariscos, aunque también hay alternativas para aquellas personas vegetarianas. La diversidad de platillos es amplia, desde postres, dulces, bebidas, antojitos hasta el plato fuerte que le dejarán con un agradable sabor de boca. Los guisos se preparan de forma diferente según cada región: en Valladolid, la longaniza o los lomitos; en Temozón Sur, la carne ahumada.

Una exquisita conjunción de condimentos y especias como la pepita de calabaza, orégano, cebolla morada, naranja agria, achiote, chile dulce, cilantro, chiles max, habanero y xcatic da como resultado la célebre comida yucateca. Te presentamos algunas sugerencias de lugares y platillos en Mérida y sus alrededores.

Ha salido el sol y lo mejor es pasar por el mercado de Santa Ana para cumplir con la primera comida del día desayunando una torta de Cochinita Pibil o lechón. Si los huevos montuleños son de tu agrado, lo mejor es comerlos en Doña Evelia (mercado de Motul a 40 km de Mérida). Llega el mediodía y con ello la hora del almuerzo, así que es momento de seguir deleitando el paladar con el abundante platillo del día del restaurante Trapiche en el Centro, sin olvidar su célebre Sopa de Lima. Cuando caiga el sol, contempla las variedades de la tradicional Cafetería Impala en Paseo de Montejo, fundada en 1958; de un “Platillo Volador” (crujiente sándwich en forma circular).

Si tu bolsillo te lo permite, desayuna en el Hotel Boutique Rosas & Xocolate, distinguido por su menú aclamado internacionalmente. Un paseo por los jardines de Hacienda Xcanatún darán forma a tu apetito para el mediodía; su restaurante Casa de Piedra tiene un entorno único y exclusivo que sirve de marco para una excelente cocina, honesta y genuina, basada en la técnica francesa, pero luciendo frescos ingredientes del caribe y de la región, dando así lugar a una cocina que es creativa y diferente, pero también respetuosa del pasado. 

Cuando llegue la noche te presentamos dos opciones: una cena íntima en Apoala saboreando comida fusión oaxaqueña; o en Almíbar, un gastrobar de ambiente contemporáneo casual.

¿Viste? Hay opciones para todos los gustos y presupuestos, desde platos tradicionales hasta de fusión. ¡A darle placer al paladar!

Descripción del autor: Edith Gómez es editora en Gananci, apasionada del marketing digital, especializada en comunicación online. Se niega a irse a la cama cada noche sin haber aprendido algo nuevo. Le inquietan las ideas de negocio y, más aún, aportar una mirada creativa al pequeño mundo en el que vivimos. 

Twitter: @edigomben