jueves, 10 de julio de 2014

julio 10, 2014
IRLANDA, 10 de julio.- Una panadería de Irlanda del norte se enfrenta a una demanda legal y al desprestigio público que esta conlleva tras negarse a preparar un pastel para una campaña en favor del matrimonio igualitario.


La familia McArthur, propietaria de Ashers Baking Company en la zona de Belfast, argumenta que declinó el encargo porque violaba sus creencias cristianas, bajo las cuales sólo se considera matrimonio a la unión entre un hombre y una mujer. Esto sin tomar en cuenta la realidad del siglo XXI, donde numerosas legislaciones alrededor del mundo se han adaptado a los tiempos y redefinido el concepto.

El Christian Institute (Instituto Cristiano) está apoyando a la familia mientras enfrentan la acusación por discriminación y homofobia.

El caso se remonta al pasado mes de mayo, cuando el activista LGBT Gareth Lee encargó al establecimiento una tarta adornada con el lema "Apoyo el matrimonio Gay".

El agraviado también quería un logotipo de su grupo de campaña Ashers Baking Company, y una foto de los populares personajes infantiles de Plaza Sésamo Bert y Ernie fundidos en un abrazo, impresos en el pastel.

Cuando la orden llegó a la sede central, el gerente y los directores decidieron rechazar la solicitud por supuestos motivos de conciencia, ofreciendo a Lee un reembolso completo de la cantidad que les había adelantado.

La Comisión de Igualdad para Irlanda del Norte envió una carta afirmando que la panadería había actuado ilegalmente al negarse a decorar la tarta con el lema requerido. La Comisión señalaba el hecho de que la panadería había violado las leyes de igualdad que prohíben la discriminación en la prestación de bienes y servicios.


El gerente de la empresa, Daniel McArthur, declaró en un vídeo que están encantados de hacer encargos para cualquiera, pero que no podían cumplir este en particular ya que se enfrentaba a su "ética en los negocios".

"Somos cristianos y nuestro cristianismo alcanza a cada momento de nuestras vidas, ya sea en casa o en el funcionamiento cotidiano del negocio", racionalizó el empresario.

Explicando por qué decidieron incumplir el mandato, señala: "Pensamos que esta orden estaba en desacuerdo con nuestras creencias, sin duda entraba en contradicción con lo que enseña la Biblia".

"Aunque esta experiencia ha resultado sin duda inquietante y perjudicial para nuestro negocio diario, estamos absolutamente convencidos de que hemos tomado la decisión correcta, y dispuestos a mantener la posición adoptada", insiste.L

La Asamblea de Irlanda del Norte votó recientemente, por tercera vez en dos años, en contra de adaptar la definición legal de matrimonio a la tendencia que siguen los países más desarrollados y prósperos del mundo. (Con información de hazteoir.org)