miércoles, 23 de diciembre de 2015

diciembre 23, 2015
En español, los hijos que pierden a sus padres se llaman huérfanos, pero no tenemos una palabra para los padres que pierden a un hijo. En China sí.

Los chinos tienen una palabra para los padres que pierden a sus hijos: Shidu.

En la foto de Kim Kyung-Hoon (22-XI-15), una de las mejores del año de la galería de Reuters, vemos a Fan Guohui sostniendo y consolando a su esposa Zheng Qing, al mostrar a los reporteros el lugar donde esta enterrado su hijo en el cementerio en Zhangjiakou.

Fan Lifeng, el hijo de Fan Guohui y su esposa Zheng Qing, ambos de 56 años, nació en 1984 y murió en un accidente de coche en 2012.

Fan Guohui ha pedido al gobierno que dé apoyo financiero y moral a los padres "Shidu", aquellos cuyo único hijo ha muerto.

Zheng Qing dijo que ella y su esposo están "arruinados emocionalmente". 


China, con su política de un solo hijo, ha profundizado el dolor de algunos padres, cuyo único hijo ha muerto, en un país donde los hijos tradicionalmente cuidan de sus padres en la vejez.

Por eso es una gran noticia la ue se difundió el 29 de octubre: China anuncia el final de su política de hijo único.

Tras décadas de implementarla, China decidió terminar con su política de un hijo único, según informó la agencia estatal de noticias Xinhua.

A todas las parejas se les permitirán tener dos hijos, indicó Xinhua, que citó un comunicado del Partido Comunista al dar a conocer la información.

La controversial medida se introdujo en todo el territorio nacional en 1979 con el objetivo de reducir la tasa de natalidad y frenar el crecimiento de la población.

Sin embargo, la preocupación por el envejecimiento de la población en el gigante asiático ha sido clave para impulsar el cambio.

Desde que entró en vigencia, se estima que la política de un solo hijo ayudó a prevenir alrededor de 400 millones de nacimientos.

Aquellas parejas que violaban la norma, enfrentaban una variedad de castigos, desde multas y despidos de sus empleos hasta abortos forzados.

Con el transcurso del tiempo, la política se ha ido flexibilizando en algunas provincias, pues tanto sociólogos como demógrafos han expresado su preocupación por los costos sociales de la medida y la caída del número de trabajadores.

El Partido Comunista empezó formalmente a relajar las normas nacionales hace dos años cuando le comenzó a permitir a aquellas parejas conformadas por un único hijo tener un segundo hijo.

Por supuesto, sigue siendo odioso que el Estado sea el que determine el número de hijos que un matrimonio puede tener.

El cambio empezó en 2013, cuando la Asamblea Nacional Popular de China dio luz verde a  una histórica modificación de la política de hijos únicos. A partir de entonces, el Gobierno permitió tener un segundo vástago si uno de los padres no tiene hermanos.

Antes de este cambio, desde 1978, -año en el que entró en vigor la ley-, sólo se podía tener dos hijos si los padres -ambos- eran hijos únicos.

Si bien, esta relajación legislativa no tiene carácter retroactivo y las familias cuyos segundos hijos nacieron antes de diciembre de 2013 viven una situación muy complicada. Hablamos de entre 10 y 20 millones de niños. 

Sus familias se ven obligadas a pagar cuantiosas multas a las autoridades y, en muchos casos, el poder no reconoce a esos hijos. Viven sin identidad.  Oficialmente no existen.

Es falta de identidad oficial hace que no tengan derecho a ninguno de los servicios y prestaciones públicas que ofrece el Gobierno.  "No pude tener chequeos regulares de salud cuando era bebé ni pude recibir ningún tipo de vacuna básica", dice Li Xei en un reportaje realizado por la BBC. Li, de 20 años, es la segunda hija de sus padres y nació fuera del amparo de la ley del hijo único. "No pude ir la escuela para cursar los nueve años de educación obligatoria. Ahora, ni siquiera tengo un documento de identidad. No he recibido ningún tipo de educación y ningún lugar de trabajo me aceptaría".

La joven cuenta a la televisión británica que, tras nacer, su padre fue con ella en brazos a la comisaría de la policía local para inscribirla en el registro y no logró la identificación. Así ha pasado Li Xei sus 20 años de vida.

"La estación de policía no nos daba una y nos empezaron a vigilar. Hemos sido golpeados anteriormente. Fue terrible. No aceptaría los documentos de identidad si ellos me los dieran en este momento. Ellos violaron la ley y deben asumir su responsabilidad. No me gustaría que esto terminara de forma tan ligera".

Uno de los casos más sonados sobre las multas por tener más de un hijo salió a la luz el pasado mes de diciembre. Entonces conocimos que el director de cine chino Zhang Yimou, estaba acusado de haber violado las leyes nacionales de control demográfico al tener cuatro hijos, y fue será multado con siete millones de yuanes (839,000 euros).

La multa no sólo castiga la violación de la política del hijo único, sino también el hecho de que la pareja tuviera sus vástagos antes de contraer matrimonio en 2011. (Agencias)