jueves, 18 de junio de 2015

junio 18, 2015
Juan Acuesta Rodríguez

El día de ayer, un individuo decrépito se refirió a nuestros compatriotas y a nuestra Patria en una forma ofensiva. ¿Qué acaso no se ha dado cuenta de que él es una basura y que su patria se basa en muchos latinos y connacionales mexicanos para lograr obtener la economía que tiene y que su país, desde antes que México se viera involucrado en los problemas que tiene siempre han sido los más grandes consumidores de drogas, y que la droga no sólo entra por la frontera sur de Estados Unidos sino les entra por todos lados de su país y quienes costean toda esa delincuencia son sus connacionales?

Muchos de los mexicanos que trabajan en sus industrias, en sus campos, en sus negocios, son gente latina que hacen el trabajo que los huevones de su patria no se atreven a hacer.

¿Acaso ya olvidó que usted es producto de la emigración? Porque si vuelve la vista atrás, verá que gran parte de los que conforman su país han sido gente como los suyos que en algún día llegaron a este continente.


Si usted analiza su himno, verá cómo evoca al Creador. Si usted se fija en quien le gobierna, jura ante Dios y el Pueblo respetar la Constitución y las leyes de su patria. Si usted asiste a un juicio, les ponen la mano sobre una Biblia a quienes declaran y les hacen jurar decir la verdad y sólo la verdad.


¡Qué hipócritas! Con una mano en el pecho y con la lengua suelta ofendiendo a quienes de alguna manera han contribuido para con su nación.

Creo que el más grande basurero del mundo son ustedes, que crean y exportan tanta porquería al mundo y se meten hasta en lo que no deben.

Si tan buenos se consideran y tienen un gran servicio de investigación, no me digan que no saben quiénes son los grandes delincuentes de su patria, quiénes son las cabezas del crimen organizado en su patria. Acaben con ellos y a ver quién compra la basura que ustedes mismos han generado.

¿Cuántos hombres volvieron de Vietnam con traumas y mentes criminales? ¿Cuántos hombres han llegado de Vietnam y del Golfo Pérsico adictos a las drogas en las cuales se refugian para que de alguna manera olviden lo que vivieron?

Es usted un perfecto imbécil que no tiene la mínima calidad humana que puede existir. ¿Cree usted que por tener lo que tiene puede controlar al mundo? Está usted perfectamente equivocado. Su sudor, sus exudados y excretas huelen peor que los de cualquier ser humano o ser latino. El día que muera, ojalá lo dejen varios días en estado normal para ver cómo será tratado su cuerpo putrefacto y maloliente.

Si usted quiere construir un muro, constrúyalo pero páguelo usted, que, según sé, le sobra el dinero. A ver si con ese muro resuelve el problema de su país. Usted representa la escoria más baja que puede existir.

Le aseguro que ningún latino votará por usted. Los mexicanos no necesitan de tropas ni de armas para ocupar su país. Suavecito se la estamos dejando ir.

Hoy por hoy, la comunidad latina y de mexicanos es cada día más numerosa en su patria, ya sea por los que han llegado o por los que han nacido y siguen naciendo en su país. Es una invasión silenciosa y no veo lejano el día en que un descendiente latino conduzca el más grande origen de la hipocresía y el más grande basurero del mundo, que es donde usted vive.

Es muy fácil hablar cuando está en un ambiente controlado. Qué sería de usted, Donald Trump, si anduviera solo por las calles y lo identifican. Le felicito por tener nombre de pato, porque al pato lo cocinamos, nos lo comemos y lo digerimos. Etcétera.

Quédese con la idea de su murito y siéntese en él para observar su propia decadencia esperando el día final, en el cual, cuando llegue, ni siquiera en el averno será bienvenido, porque sus desechos apestan.

Los mexicanos somos gente de trabajo y de dignidad. Somos gente que tenemos identidad, no como usted, que proviene de un país lleno de migrantes.

Es cuanto.