lunes, 27 de julio de 2015

julio 27, 2015
LONDRES, 27 de julio.- Parlamentarios británicos demandaron la dimisión o expulsión de la Cámara alta de Westminster de lord Sewel por su "sorprendente e inaceptable" comportamiento en su vida privada, que incluye ponerse un brasier anaranjado, pagar con cheque a prostitutas de 200 euros y esnifar cocaína.

El ex académico renunció el domingo a sendas posiciones, como vice moderador y presidente de los comités de los lores, tras la publicación de imágenes en las que supuestamente está esnifando cocaína con dos prostitutas en algún lugar de Londres.

"Estas son muy serias alegaciones y es correcto que haya renunciado a sus cargos en los comités", señaló el primer ministro, David Cameron, en declaraciones desde Indonesia, a donde partió el fin de semana en un viaje por el sur asiático con objetivos comerciales.


El rotativo The Sun difundió este lunes segmentos de conversaciones, grabadas subrepticiamente durante la misma velada, en la que el lord critica a miembros del gobierno y la oposición política.

En la grabación, Sewel describe a Cameron como el "más simple y superficial primer ministro que ha habido jamás" y afirma que el alcalde de Londres, diputado y aspirante al liderazgo tory, Boris Johnson, es como un "chiste", un imbécil de grado avanzado de escuela pública".


También considera "pomposo" al anterior líder independentista escocés, Alex Salmond, de Jeremy Corbyn (laborista, ver sobre él El Quijote inglés) dice que es un "inútil, un idiota romántico de izquierda".

Sewel sugiere que el ex primer ministro laborista, Tony Blair, llevó al Reino Unido a la guerra en Irak "porque se enamoró de George Bush". Y de su esposa Cherie, "muy ambiciosa, obsesionada por el dinero".

Muchos parlamentarios pidieron la cabeza de su colega en pago a los hirientes comentarios y sobre todo por su aparente orgía con trabajadoras del sexo.

Lord Sewel renunció a su escaño, que ocupaba desde 1996, inicialmente en los banquillos laboristas y desde 2012 en los del grupo independiente.

En su labor de presidente de los comités de los lores, por el que cobraba casi 100,000 euros anuales, supervisó la redacción del último Código de conducta en la Cámara alta, que entró en vigor en la primavera.

Su caso ha sido remitido a Scotland Yard.

Analistas ponen en duda que las alegaciones difundidas en prensa supongan realmente una infracción del código de conducta de los lores, que se orienta más bien a la integridad en la actividad pública que a la vida privada de sus miembros.

Muchos sospechan que el humillado político fue víctima de una treta de los tabloides del grupo de comunicación de Rupert Murdoch. (sputniknews.com / The Sun)