miércoles, 4 de junio de 2014

junio 04, 2014
Pedro Echeverría V.

1. A pesar de la “modernidad capitalista”, en España siguen predominando la cultura franquista y religiosa –“de las buenas costumbres, buenas maneras, de los hombres de bien, de la xenofobia”- en casi todos los campos. La izquierda es terriblemente minoritaria y la socialdemocracia (al estilo PSOE) para ganar elecciones y alcanzar gobiernos, ha tenido que hacerse cada vez más derechista. Además de las particularidades de España, debe reconocerse que también los demás países –como EEUU y México- por el enorme desarrollo de las sociedades competitivas, individualistas, consumistas y de los medios de información, están en el conservadurismo.

2. Por ello el planteamiento de “referéndum para que el pueblo español decida entre Monarquía (feudal) y República (burguesa)” no me parece una idea de la izquierda cuya tarea debe ser en este momento desatar grandes movimientos de masas para liberar esa pesada carga de franquismo y burguesía que sufre el pueblo español, sino una consigna de los políticos centristas. Y no solo es la ideología tradicional franco-católica, está además el continuo reforzamiento que hacen los medios de información. Si en EEUU se hiciera un referéndum para conservar el capitalismo o en México para despenalizar el aborto, la izquierda sería derrotada porque la derecha ha dominado.

3. Si no cambia radicalmente la ideología de las mayorías, si no ayudamos a extirpar de la mente esa ideología burguesa del individualismo, de la apropiación y acumulación capitalista, cualquier gobierno que asuma el poder (sea por vía electoral o armada) tendrá que adecuarse al nivel del pensamiento de la gente y a cumplir con una gran cantidad de las necesidades (la mayoría de las veces artificiales) que le han creado. Por ello Halloway y el zapatismo han sostenido que el problema no es la “toma del poder” a como dé lugar, sino el desarrollo de la conciencia crítica de las masas; conciencia que sólo se forma en las batallas independientes contra el sistema de explotación.

4. Basta con estudiar lo que sucedió con la Guerra Civil Española de 1936-39, luego con la dictadura del general Francisco Franco (1939-1975) y el dominio de dos partidos derechistas (1975-2014), para comprender que en España sólo han cambiado superficialmente las cosas. Incluso el Partido Comunista se ha derechizado y los anarquistas se han debilitado. He leído cuanto análisis político ha llegado a mis manos y en las pantallas de Internet, he estado además cuatro veces en ese país –por cuestiones políticas y académicas, sobre todo durante la guerra de agresión yanqui-inglesa-española- observando y sintiendo ese espíritu conservador.

5. Así como el mundo se sacudió por la gran defensa que hizo la izquierda radical anarquista de la República Española a mediados de los años treinta, así también nos sacudió con su cine español –sobre todo las películas de Saura y Erice- que ayudaron mucho a transformar la conciencia crítica en el país ibérico y en el mundo. La realidad es que muchos nos hicimos ilusiones en que al morir Franco en 1975 en España se iniciaría el deshielo y vendría una época del gran destape o destrampe en búsqueda de la libertad. La realidad es que demostró ser más fuerte la ideología franquista y clerical que ha sido imposible romper.

6. La batalla contra la monarquía española tiene que ser profunda: no puede ser un simple referéndum (aunque éste puede aprovecharse para desarrollar una conciencia anticapitalista entre los españoles) para que sea extirpada de raíz; no olvidar que además hay una solidaridad de más de 30 monarquías aún vivas en el mundo y del imperio económico mundial que las necesitan como complemento. Los nuevos monarcas buscarán realizar algunos cambios para que todo siga igual. Espero que los jóvenes y universitarios españoles continúen sus luchas en las calles ayudando a que las batallas se hagan más números y grandes en el mundo. (3/VI/14)