lunes, 22 de septiembre de 2014

septiembre 22, 2014
pentagrama
Martita y Nacho, en El Jardín de Santa Ana.

La bohemia en Yucatán se ha convertido no en una costumbre, en una tradición. Una tierra tan fecunda de cantantes, de poetas, de compositores, de autores, de escritores, no podía quedar callada e inmersa tan sólo en unos jueves de serenata en Santa Lucía, lugar en donde, en verdad, no se presenta la realidad de ese espíritu bohemio yucateco, ese espíritu que noche a noche se vuelca y se entremezcla con las voces y los cantos que se entrelazan con las cuerdas de las guitarras.
 
Mandy "El Feeling", en El Jardín de Santa Ana.

Hoy en día se está retomando eso que antes se llamaban tertulias, que por lo general se llevaban a cabo en alguna casa, acompañados de un rico y buen café y en algunas ocasiones bebidas ofrendadas al dios Baco; hombres y mujeres se deleitaban escuchando poemas, escuchando canciones, piano, tríos, en fin, tantas acciones alusivas al arte; pinturas, inclusive.


El Mago Dennis y el Maestro Manuel Balam, en El Jardín de Santa Ana.

Beatriz Cervera, Emilio Rosado, Joaquín Romero, Ivonne Carrillo y Charlie Gutiérrez en Cantares.

Hoy se están dando esas reuniones pero ya en un sentido más comercial, sin perder la esencia romántica y de decencia que siempre ha existido en esos menesteres en Yucatán. 

Tenemos "Las Flores de Otoño", que miércoles a miércoles se reunían en Dante y que hoy están en un breve receso, próximas a volver a sonar.

Tenemos La Giraldilla, que se encuentra en el Paseo Montejo cruzamiento con 39, en el cual jueves y viernes hacen acto de presencia invitados especiales; el restaurante Hacienda San Antonio, en donde miércoles a miércoles se reúne un grupo de profesionistas y amigos a disfrutar de la bohemiada en ese lugar de la Jesús Carranza; Il Piano, de Itzimná, que desafortunadamente tuvo que cerrar, y ahora Cantares, con un concepto similar a Il Piano, que viernes y sábado está (en la Colonia México Norte, cerca de dos conocidos casinos) para todas aquellas personas que les guste cantar, que deseen declamar y que deseen escuchar el canto de los comensales y disfrutar de una manera amena esta y cada una de las bohemiadas de Yucatán.

Voces y Voluntades, que cada primer martes de mes se presenta en el restaurante El Jardín de Santa Ana; este grupo es altruista.

Comenté que las bohemiadas se han comercializado un poco, en realidad, no es para lucrar, sino porque se presentan en restaurantes y el cobro que se hace en realidad es simbólico; en la gran mayoría de los casos, puesto que de esa manera se le paga a los músicos que acompañan a todo aquel que desee presentarse o cantar en alguno de esos lugares.

Me place que se estén dando estos espacios y que permitan seguir con esa bella tradición que es, más que trova, las bohemiadas yucatecas.