sábado, 17 de agosto de 2013

agosto 17, 2013



En el año de 1845, los habitantes de Mérida presenciaron asombrados las atrevidas ascenciones que realizó un español llamado José María Flores. En un globo Mongolfier inflado con aire caliente partía de la terraza o explanada superior de la exciudadela de San Benito y luego se dejaba caer en un paracaídas.

Posteriormente realizaron proezas análogas un tal Mascorro que al fin se estrelló y se rompió la columna vertebral en 1892 y Adolfo Becerril. Estos eran mexicanos.

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