sábado, 10 de enero de 2015

enero 10, 2015
OLDENBURG, Alemania, 10 de enero.- Un enfermero alemán mató al menos a 30 pacientes y lo intentó con otros 60, según confesó él mismo durante un examen psicológico dado a conocer  durante el proceso abierto contra él.

Niels H. confesó haber suministrado un medicamento para el corazón sin autorización a 90 pacientes en la clínica Delmenhorst, provocándoles graves complicaciones en el corazón.

El correspondiente informe del experto fue presentado ante el tribunal federal de Baja Sajonia, en Oldenburgo, encargado de juzgar desde principios de septiembre al enfermero. Si se prueba ahora la reciente confesión, ésta podría ser la mayor serie de asesinatos registrada en un hospital alemán.

La Clínica de Oldenburg donde ocurrieron los hechos. (DPA)

El proceso dio así un inesperado giro. El enfermero de 38 años estaba acusado oficialmente de triple asesinato y de doble intento de asesinato en pacientes de la unidad de cuidados intensivos en el hospital de Delmenhorster, en el norte del país. Sin embargo, ahora la lista podría ampliarse considerablemente.

El hombre reconoció las acusaciones, según informó el psiquiatra ante el tribunal. El experto, que se reunió en diciembre y en enero en cuatro ocasiones con el acusado, indicó también que se mostró avergonzado por sus actos, que no puede recordar completamente.

Según la declaración del acusado, hasta 30 pacientes perdieron la vida entre 2003 y 2005 en Delmenhorst después de que él les inyectara el medicamento. Sin embargo, no ha querido hablar sobre los motivos que lo empujaron a cometer estos actos.

De acuerdo con la fiscalía alemana, el enfermero les suministraba el fármaco para generar una situación de emergencia y demostrar cómo de bueno podía ser a la hora de reanimar a los pacientes. Posteriormente jugó con la vida de los enfermos por aburrimiento.

El experto explicó que el acusado sabe que sus actos son imperdonables y es consciente del gran dolor que ha causado a los familiares de los pacientes.

Su serie de asesinatos concluyó cuando una compañera del enfermero lo sorprendió in fraganti en el verano (boreal) de 2005. El tribunal de Oldenburgo lo condenó ya en diciembre de 2008 por intento de asesinato a siete años y medio de prisión. Sin embargo, ya entonces había indicios de que no se trataba de un hecho aislado.

Una comisión especial de la policía investiga numerosos casos sospechosos tanto en pasados centros de trabajo del enfermero como posteriores, en Wilhelmshaven y Oldenburgo, así como en intervenciones protagonizadas por él.

"La confesión del acusado es una parte del puzzle de una intensa investigación", informó el director de la fiscalía superior, Roland Herrmann.

Sin embargo, según la declaración del enfermero, éste no habría infringido ningún daño a ninguno de sus pacientes en sus otros puestos de trabajo.

El hospital en Oldenburgo solicitó el pasado año a un grupo de expertos la investigación de las muertes de los pacientes registradas durante el tiempo en que trabajó allí. Esta investigación desveló que doce pacientes habrían podido morir por causas no naturales. (DPA)